Las plastas de concreto llenan a múltiples conexiones del Par Vial Constitución-Morones Prieto.
Gazas que sirven para salir o entrar de esa vialidad medular de la Ciudad, son afectadas por la constante caída de cemento de unidades pesadas.
Al secarse, el material forman bordos de todos tamaños, se convierten en obstáculos y riesgos para los conductores.
Un claro ejemplo se presenta en la gaza que conecta a los carriles normales de Constitución con el Puente Revolución, en Monterrey, que exhibe una gran cantidad de plastas de concreto que dificultan la circulación de los vehículos.
Esta incorporación a Revolución hacia el sur, es muy utilizada por unidades de carga, entre ellas unidades revolvedoras de concreto.
Muchos conductores optan por circular por el carril izquierdo de la conexión, la cual tiene una curva muy pronunciada, sólo para sacarle la vuelta imperfecciones provocadas por el cemento seco.
Además, esta conexión, desde su apertura en mayo del 2014, ha sido escenario frecuente de desperfectos y volcaduras de tráileres.


Otro ejemplo se presenta en la conexión de Constitución hacia Garza Sada, ya que las plastas también se presentan con abundancia en plena curva.
Lo mismo se observó en la gaza que conecta a Constitución con el Puente Gonzalitos, en dirección a Gómez Morín, en donde dos enormes plastas dificultan el paso de los automovilistas.
Un caso muy parecido se presenta en la conexión de Constitución a Félix U. Gómez, en donde las plastas parecen topes, al sobresalir de manera significativa respecto al nivel de la superficie de rodamiento.
En Morones Prieto, la conexión para tomar Gonzalitos hacia el norte también presentan bordos muy altos, casi a la misma altura de la banqueta, producto de la caída de concreto de las unidades pesadas.
La incorporación de Morones al Puente Guadalupe, para tomar hacia Colón, también está afectada por la caída de material.
En contadas ocasiones se han retirado plastas de todas estas gazas, pese a la alta carga vehicular que diariamente registran.



