Tras seis años dedicándose al arte de manera profesional, Karla Rojo de la Vega comparte que se encuentra en una etapa más madura de su carrera, pues, gracias a su constante experimentación en diversas formas de expresión, ha logrado definir su identidad como artista plástica.
“Desde mi primera exposición individual, ‘Multiversos’, hasta el momento en el que estoy ahora, he atravesado un proceso muy dinámico. Como autodidacta, probé varios enfoques que ampliaron mi visión y me llevaron a transitar por caminos diferentes”, compartió la egresada de la Universidad Anáhuac México Norte.
“Actualmente, me siento más consolidada, sé qué quiero y quién soy: una persona curiosa, amante de la vida, eterna aprendiz, abierta a la retroalimentación y adicta a la evolución”.
Siempre he tenido la necesidad constante de expresarme, por eso busco todas las formas posibles de hacerlo, ya sea pintar, dibujar, hablar o escribir”.
En su búsqueda de crecimiento y debido a su necesidad innata de comunicarse, Karla Rojo de la Vega ha incursionado en nuevas técnicas de ejecución, más allá de su línea en la pintura abstracta.
“La única constante de la existencia es el movimiento; por lo que, en lugar de quedarme en mi zona de confort, prefiero transformarme con todos los aprendizajes que voy adquiriendo en el camino”, comentó
El arte es una forma de hacer catarsis, un proceso de transmutación en el que las ideas, emociones y sentimientos cobran vida en un lienzo”.
En tal sentido, en su más reciente exhibición, “Quimera”, Karla Rojo de la Vega presenta su primer esbozo figurativo mediante una colección de 13 cuadros y una escultura, los cuales integran cuerpos humanos y figuras conceptuales en tonos predominantemente grises, azules y marrones.
Su título hace referencia a las ideas, utopías e ilusiones que el “status quo” impone en la civilización, mismas que, en palabras de la autora, al no ser materializadas, generan decepción en las personas.
“La sociedad nos implanta visiones preconcebidas sobre cómo deben ser las relaciones, maternidad, etapas de desarrollo o nuestra individualidad; sin embargo, cuando no son cumplidas, nos rompemos y no vemos la realidad tal cual es”, reflexionó la escritora.
"Con esta serie, quiero ilustrar la ruptura de esos moldes, invitando a los espectadores a crear su propio código de vida, perdiendo el miedo a entender realmente qué desean, hacia dónde van, qué les gusta y qué no".
El desarrollo de la muestra tomó tres meses, tiempo durante el cual, Karla Rojo de la Vega enfrentó su temor a desafiar lo convencional dentro de la representación del cuerpo humano, al experimentar con su estructura, dimensiones y estética.
“La verdadera esencia del arte se encuentra en crear por el simple hecho de compartir tus sentimientos, sin preocuparte tanto por seguir determinados patrones”, mencionó la
esposa de Pedro Rodríguez.
Con críticas positivas desde los primeros días de la inauguración de su expo, Karla Rojo de la Vega planea seguir explorando la técnica figurativa a fin de encontrar más maneras de integrar sus pensamientos, emociones y vivencias como creadora y mujer paralelamente.
A detalle
+ ‘Quimera’ está conformada por 13 cuadros y una escultura de madera.
+ La obras fueron creadas a partir de técnicas mixtas sobre tela, mismas que convergen en el uso de pintura escurrida.
+ La sustentabilidad es un eje central del proyecto al incorporar marcos y ensamblajes reciclados.
Manifestación en palabras
+Además de su trabajo en la pintura y escultura, Karla Rojo de la Vega ha incursionado en la escritura.
+En 2019, publicó su primer libro, ‘Lashbel’, de corte humanista y sanación personal.
+Este año, lanza su segundo ejemplar, ‘Luna Solar’, sobre la aceptación, integración y trascender de la dualidad del ser, a través del despertar de la conciencia.
