PUSIERON DRENAJE EN REFINERÍA... TRAS INUNDACIONES
Aunque la Refinería Olmeca inició su construcción en agosto de 2019, fue hasta 2022, y luego de que el complejo registrara inundaciones, que se consolidaron contratos para el desarrollo de los cárcamos.
Incluso, la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en su modalidad Regional sobre la obra en Dos Bocas advertía que estaría enclavada en una zona de “riesgo alto por inundación”.
Conforme los contratos firmados por Pemex Transformación Industrial (PTI) con las empresas Pimosa y Postensa LGS, consultados por Grupo REFORMA, fue hasta mayo y octubre de 2022, respectivamente, que se resolvió construir cárcamos de agua pluvial, a pesar de que ya iban más de 20 meses en construcción de la refinería.
Los contratos fueron para el diseño y construcción de los cárcamos en los predios 1 y 2 de la refinería. En el caso del contrato PTI-DI-O-P6-6-2021 en favor de Pimosa, se realizaron pagos por 736 millones 307 mil pesos.
Mientras que para el contrato PTI-ID-O-18-2022, de la empresa Postensa LGS, se pagaron 78 millones 400 mil pesos, según pudo cotejar Grupo REFORMA.
Desde agosto de 2021 se registró una de las primeras inundaciones en el complejo, aún en etapa muy inicial de construcción de infraestructura, derivado de una tormenta tropical, lo que puso en cuestionamiento la ubicación del complejo.
Posteriormente, para octubre de 2022, el Municipio de Paraíso, Tabasco, donde se ubica la refinería, se vio afectado por un frente frío que mantuvo las instalaciones “bajo el agua” por varios días, al igual que el poblado.
Al mismo tiempo, la entonces titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, compartió vídeos en los que se mostraba el terrero de la refinería “completamente seco”; pero más tarde, Protección Civil y la Alcaldesa de Paraíso la desmintieron al asegurar que tanto la refinería, como varias partes del Municipio se encontraban inundadas.
Una fuente con conocimiento del tema que pidió el anonimato dijo que desde la planeación de la refinería se ignoraron las recomendaciones de ingenieros y especialistas sobre el suelo y la ubicación en el que se buscaba construir el complejo, el cual es propenso a inundaciones.
Posteriormente, se recomendó la elevación del terreno para tratar de contrarrestar los efectos de las elevaciones del nivel del mar, así como la integración inicial de cárcamos para bombear el agua que se acumulara en la refinería ante la presentación de lluvias, huracanes o tormentas.
La MIA estableció desde principios de 2019 que “el área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía y riesgo alto por sismicidad”.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) al revisar la Cuenta Pública de 2019, hizo notar la insuficiencia de obras para mitigar inundaciones.
“Se identificó que aun cuando la documentación proporcionada por Pemex Transformación Industrial cumplió con lo solicitado por la ASEA, respecto de la construcción de una plataforma de 3 metros a nivel medio del mar para evitar inundaciones; informó de la valoración del efecto en materia de cambio climático, y su vinculación con las obras y actividades (pero) PTI no señaló qué otras acciones se implementarían para evitar que se inundara la refinería; no indicó el volumen de emisiones de GEI que se tendrán una vez que opere (…) no señaló qué tipo de vegetación se tenía antes del desmonte y despalme que realizó un tercero y afectó un área de manglar ni las medidas que se tendrán que incorporar como resultado de dicho suceso, y tampoco detalló las medida”.
Óscar Ocampo, coordinador de la práctica de Energía del IMCO, señala que desde el inicio se señaló que Paraíso es un Municipio que en sí ya se está inundando, por lo que no era la mejor idea construir una refinería ahí.
“Mi lectura de porqué se hizo ahí es porque Dos Bocas nunca fue pensada como un negocio, sino como un proyecto de desarrollo social y económico de Tabasco, por eso tenía que estar ahí. Y hacerla en una región baja, húmeda, que requiere obras importantes de nivelado de terreno, elevarlo, el drenaje y al mismo tiempo pues estás en una zona muy húmeda, con mucha salinidad y eso también puede repercutir en una degradación más acelerada de los equipos.
“Estamos hablando del método (de planeación) de ‘me canso ganso’, porque desde 2018 el Presidente López Obrador dijo que se tenía que hacer Dos Bocas y que la va a inaugurar antes de que acabe el sexenio y con esos tiempos no había manera (de diseñar y desarrollar bien) antes de siquiera poner la primera piedra”, puntualiza.