Conozca la centralización de pasivos

 
Cuando una persona tiene varias deudas con diferentes tarjetas o bancos, algunas instituciones financieras ofrecen pagar todas ellas para que el usuario solo tenga un acreedor. Esto se conoce como centralización de pasivos.

 


La oferta puede parecer atractiva

 

Las entidades ofrecen reducir el pago mensual extendiendo el plazo. Por ejemplo, si antes pagaba 4 mil pesos mensuales en cuatro tarjetas, podría reducirlo a 2 mil pesos, pero en un período más largo, lo que podría aumentar el costo total.
 


Cuidado con los intereses

Las tasas de interés en estos esquemas suelen oscilar entre el 3 por ciento  y 5 por ciento mensual. Aunque parezca bajo, anualizado puede superar el 36 por ciento, generando un gasto financiero elevado.


Revise bien los costos ocultos

Algunas tarjetas permiten meses sin intereses, pero al centralizar la deuda, puede perder ese beneficio y empezar a pagar interés sobre todo el saldo.
 


Compare plazos y costos

Si bien puede parecer atractivo reducir su pago mensual, debe analizar cuánto pagará en total al final del plazo. Una deuda de 24 meses puede convertirse en una de 48 o hasta 60 meses.


Evalúe las tasas de reestructuración

 

Antes de aceptar una oferta, revise si el nuevo interés es menor o mayor al que ya está pagando. Si es más alto, podría terminar pagando más de lo que debería.
 


Considere la reputación de la entidad

No solo los bancos grandes ofrecen estos servicios, también lo hacen tarjetas departamentales y financieras pequeñas. Consulte en la Condusef si la institución está regulada.


Verifique costos adicionales

Algunas entidades ofrecen beneficios como exención de anualidad el primer año, pero con costos ocultos en el segundo año. Lea los términos antes de decidirse.


Busque asesoramiento financiero

Si no está seguro de qué opción le conviene, consulte con un asesor financiero o contador para evaluar las mejores alternativas para su situación


Evite decisiones precipitadas

Las ofertas pueden sonar tentadoras, pero es fundamental hacer los cálculos antes de comprometerse. Lo que parece una solución puede convertirse en una carga financiera mayor si no se analiza con detenimiento.