Un intenso olor a humo se percibe en el ambiente cuando se camina por la Avenida Heberto Castillo, en los límites de Santa Catarina y García.

Aún se pueden observar fumarolas que salen de la zona industrial devastada, por el incendio que se presentó el pasado martes y que dejó un escenario de destrucción.

Permanecer más de dos horas en el tramo que conecta la Carretera a Saltillo y el Libramiento Noreste es complicado, porque el intenso olor a quemado provoca náuseas y carraspera.

Las instalaciones de la empresa ADS Mexicana, dedicada a la elaboración de tubos y conexiones, fue destruida por las llamas que presuntamente iniciaron en un baldío.

Los vecinos de Los Viñedos, una colonia ubicada a unos 300 metros de la zona industrial calcinada, aún sufren síntomas de intoxicación como dolor de cabeza y náuseas, que hasta anoche no los dejaba dormir.

Algunos habitantes utilizan cubrebocas, para evitar respirar contaminantes y las cenizas que quedaron en el aire.

“Desde ese día, nos empezamos a intoxicar, a todos nos picaba la garganta, nos sangraba la nariz”, expresó Lizbeth Hernández.

Los cientos de vehículos de un corralón quedaron inservibles, luego de que un incendio los alcanzó el martes, en García.

El panorama es de desolación, lo que fueron centros de trabajo ahora están abandonados y en las naves industriales quedaron destruidas sus láminas y tarimas. Se quemaron, igual que muchos de los árboles las rodeaban.

Lo que fue una zona de empresas quedó reducida a fierros doblados y montones de ceniza que vuelan con el viento.

El corralón y los cientos de vehículos que se encuentran ahí fueron calcinados, así como las instalaciones de la empresa ADS Mexicana.

Aunque no hubo pérdidas humanas, vecinos dijeron que algunas mascotas quedaron bajo láminas de lo que era su hogar.

El fuego se extendió por un predio ubicado en la Avenida Heberto Castillo, en los límites de García y Santa Catarina.

Desde el martes, vecinos de Los Viñedos y de la Colonia El Palmar montan guardia y en lugar de evacuar sus casas optaron por quedarse a resguardar sus pertenencias y evitar robos o vandalismo.

Algunas familias regresaron ayer al sector para comenzar a limpiar sus casas y recoger sus pertenecías que no sufrieron daño.

“Lo que teníamos en la parte de afuera quedó inservible, aparte lleno de cenizas, la ropa del tendedero se quedó toda dura y negra”, dijo Francisco Yáñez, vecino de Los Viñedos.

El olor a quemado todavía les recuerda la impotencia, la desesperación y los momentos de caos que vivieron.

Otros no tuvieron tanta suerte y tuvieron que dormir a la intemperie porque sus casas fueron consumidas por el fuego.

Entre vecinos se cooperaron para comprar agua, colchones y algunos insumos básicos, para las familias que se quedaron sin nada.

Aunque anoche algunos domicilios ya tenían luz, la mayoría de los domicilios estaban a oscuras y con las puertas y ventanas cerradas.

Negocios como barberías, puestos de elotes y de comida pudieron abrir, pero sus dueños dijeron estar en alerta por temor a actos de inseguridad.

UNA NEGRA REALIDAD

Empresas afectadas por incendios en el municipio de García aún emitían humos.

Un ambiente desolador y gris dejaron los incendios provocados por las rachas de viento del martes en empresas, un corralón y casas en sector del municipio de García, donde ayer aún salía humo en algunas zonas y se respiraba el olor a quemado.

Fuego les consume sus casas

Con su hijas de 3 y 17 años, Luz del Carmen Castro Valencia y su esposo, salieron corriendo de su casa, el martes, cuando se percataron que las llamas de un incendio casi los alcanzaban.

Ese día, el fuego consumió su casa, junto con la de otras seis familias que habitaban en un predio en la Avenida Heberto Castillo Martínez, en Santa Catarina, frente a una zona industrial donde está la empresa ADS.

Los afectados dijeron tener al menos 30 años viviendo en la zona y aunque fueron testigos de otros incendios menores cerca de su vivienda, dijeron no haber pasado por nada parecido.

“Yo me salí porque por el aire, creí que el poste de luz se iba a caer y cuando vimos que era un incendio empezamos a correr, huimos por el arroyo con los niños”, expresó Valencia.

“En esos momentos no piensas en nada, sólo en correr y salvar tu vida, en salvarte, perdimos todo, nos quedamos sin nada”.

Ayer a las 22:00 horas, las familias se alistaban para dormir a la intemperie, en colchones que vecinos les donaron y cenaban sobre los restos de mesas que se quemaron.

“Vamos a dormir a la intemperie, nos trajeron agua y nos prestaron un colchón para dormir”, dijo Luz.

“Nos quedamos sin nada, sólo con lo que llevábamos puesto, yo tenía tres mascotitas, pero no alcance a sacarlas a todas”.

Por la noche, un médico que fue contratado por una persona que conoció la situación de la familia y se ofreció a ayudarles.

Reviso a las familias sus signos vitales y los malestares que presentaban.

Francisca Dávila, otra de las personas que perdió su vivienda pidió apoyo al Municipio.

“Requerimos apoyo con láminas, estufas porque somos varias familias”, indicó.

“Pedimos apoyo del Municipio para sacar el escombro y levantar nuestras viviendas”.