HUACHICOLEO EN EL MAR

En enero de 2019, el buque “Imiloa” se abasteció de alrededor de 745 mil litros de diesel a través de 14 pipas en el muelle de Coatzacoalcos por medio de la empresa Grupo de Combustibles, S.A. de C.V.
Zarpó de Coatzacoalcos rumbo a Dos Bocas, Tabasco, para después abastecer del combustible, en altamar, a otros dos buques: el “Winchester” y el “Chartres”.
Este esquema de huachicoleo prendió alertas a la Secretaría de Marina, pues está prohibido el trasiego de combustible en mar y las operaciones de abastecimiento de un buque a otro.
El tema llegó a la Fiscalía General de la República y la supervisión del personal naval al buque “Imiloa” resultó en irregularidades en los registros de la bitácora de navegación y de combustibles.
De la medición realizada en sus tanques, se registró un total de 880 toneladas de combustible, de las cuales 253 toneladas se localizaron en tanques denominados de lastre, que no deben contener hidrocarburos.
“Son tanques que se utilizan para adrizar (evitar que se ladeen) los barcos cuando hay mal tiempo, los llenan con agua de mar. Entonces, no tienen por qué traer combustible. Ahí también fue una de las cuestiones que se determinó que estaba mal esta maniobra”, explicó en una conferencia mañanera el entonces titular de la Marina, el Almirante Rafael Ojeda.

Además, dentro del mismo barco había modificaciones de los sistemas de achique y de combustible, sin haber sido reportadas estas modificaciones a las autoridades marítimas, por lo que era utilizado para el huachicoleo en el mar.
Esta práctica también prendió alertas en Marina sobre el movimiento de buques con combustible de dudosa procedencia.
En otro esquema delictivo, en 2021 las autoridades federales detectaron el zarpe de barcos desde Coatzacoalcos, Tuxpan o Tampico con combustible robado a Pemex.
Fuentes de seguridad aseguraron que el huachicol provenía de los ductos de Pemex, que era almacenado en los puertos. Después, con la colaboración de autoridades, las embarcaciones tomaron rutas a distintos puntos sin tener un atraco final, tras días en el mar “regresaban” a los recintos fiscales con pedimentos falsos de “lubricantes de importación”.
La red implicó a personal de Aduanas, SAT y de los puertos, lo que llevó a la descarga, otra vez, del huachicol, esta vez “limpio”.
En otro caso, en septiembre de 2020, en el marco de la implementación de la Operación “Refuerzo Sonda”, la Secretaría de Marina realizó una inspección al buque “Blue Commander”, atracado en el puerto de Coatzacoalcos.
La Armada de México sostuvo que grupos delictivos realizaban actividades de huachicol, relacionadas con ese buque, de la naviera Blue Marine, ligada a Antonio Juan Marcos Issa –ex funcionario de Pemex con Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo y después proveedor de buques a la empresa petrolera mediante contratos millonarios– y su yerno Juan Reynoso Durand.

El buque, utilizado como almacén y transporte de petróleo crudo y derivados, estaba atracado en el muelle de Agroindustria en la Laguna de Pajaritos, en Coatzacoalcos, en donde los marinos encontraron 2 unidades de autotransporte que se encontraban abasteciendo de hidrocarburo a la embarcación, en la cual los navales encontraron inconsistencias y faltas administrativas.
Como resultado de la intervención se autorizó la técnica de investigación (cateo), en la que se realizaron peritajes en diferentes áreas del buque, resultando en la detención de 21 tripulantes por el probable delito de posesión y almacenamiento de hidrocarburo, al no acreditar los permisos correspondientes, y el aseguramiento del buque.
Tras realizar varias inspecciones, por denuncias previas de robo de combustible, encontraron que los vehículos eran estacionados en una zona del puerto en espera de que llegara la noche para cargar el diesel y sacarlo del lugar en la madrugada.
“Lo que hacían estos elementos: entraban las pipas, (esperaban) y en la madrugada, más o menos, entre 2:00 y 5:00 de la madrugada, cargaban en el muelle y de ahí salían directamente sin pasar por el recinto fiscalizador”, detalló Ojeda en otra mañanera.
“Había barcos, llegaban más o menos entre dos y tres barcos por mes (al puerto), y el pedimento de carga que manifestaban que iban a descargar era de 50 mil litros de combustible, diesel sobre todo, 50 mil litros de diesel, (pero) realmente descargaban entre 200 y 300 mil litros”.
Como ejemplo, el Almirante detalló que, de octubre de 2019 a febrero de este año, cada mes al menos dos buques realizaron operaciones en este puerto, con una descarga de más de 322 mil barriles de diesel, por los que sólo pagaron, en promedio, 50.45 millones de pesos de impuestos en cada procedimiento.
LA RESPUESTA DE LA MARINA

Ante el crecimiento del huachicol fiscal a nivel marítimo, las operaciones navales para enfrentarlo se tuvieron que multiplicar.
La Marina detectó además el robo a las tripulaciones de embarcaciones petroleras y un trasiego inusual de huachicol en la Sonda de Campeche.
Con esos antecedentes, la Marina apretó tuercas para ubicar el huachicol fiscal marítimo, por lo que asumió el mando de puertos y la administración de 117 terminales de altura y cabotaje.
En coordinación con la Fuerza Naval del Golfo y los mandos territoriales que la Marina tiene en Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Tabasco, la institución desplegó en la zona marítima petrolera una flota de Patrullas Oceánicas, Costeras e Interceptoras.
Por aire, la seguridad fue reforzada por un avión Persuader y cinco helicópteros, así como 310 efectivos de Inteligencia y una decena de drones.
Las revisiones y operativos se extendieron al Pacífico mexicano, principalmente en Sonora, Michoacán y Colima.
El problema está en las Aduanas, alertan las fuentes.
ASÍ OPERA EL HUACHICOL FISCAL
De acuerdo con fuentes que laboraron en Pemex, así funciona el tráfico de combustible ilícito:
1.- El hidrocarburo es ordeñado de tomas clandestinas en ductos o robo hormiga en las refinerías de México.
2- Barcos con el huachicol zarpan de puertos mexicanos.
3.- Regresan para “lavar” el combustible, presentándolo como “importado” en las Aduanas.
4.- Personal del SAT y Aduanas deja pasar el hidrocarburo mediante actos de corrupción.
Además llegan a puertos gasolina de otros países (principalmente EU) y con pedimentos falsos introducen el producto con otro nombre (lubricantes) y evitan el pago real de impuestos.