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Convencida de que: “si la vida te da limones… debes hacer un show”, María Aliaga convirtió un problema auditivo en una idea que transformó la visión que tenía de su profesión.

“Se me rompió la membrana timpánica derecha y es algo bien complicado, porque el oído te conecta con la música; los bailaores somos instrumentos, funcionamos como una percusión, respondemos con rítmica, entonces, es un sentido indispensable”, comentó la directora de Flamenco a la Mexicana, María Aliaga.

Lolita Nava

Luego de que perdió la escucha por mes y medio, la diseñadora María Aliaga reflexionó sobre sus inquietudes y decidió que quería emprender un nuevo camino en su ocupación, por lo que presentó “Autorretrato” en un show privado con amigos y familiares.

“Estuve pensándolo y se me ocurrió que si pinto al bailar, no sólo plasmo mis movimientos, sino de cierta forma estoy inmortalizando por donde pasó mi cuerpo”, dijo María Aliaga, egresada de Casa Lamm.

Este montaje tuvo lugar en el Complejo Cultural Laguna, donde, durante la Semana del Arte 2025, vio unas sillas diseñadas por Marina Abramovic, lo que la motivó a elegir el spot.

“Estar quieto es una de las cosas más preciosas de la danza y saber aguantar el peso del escenario también; mostrar mi existencia a través de lo que hago fue uno de los momentos más padres de mi carrera, porque, al igual que mi público, tampoco sabía qué iba a pasar”, dijo la historiadora del arte.

"Muchos acabaron manchados, les salpicó pintura, pero, siempre mantuvieron este gran cariño hacia mí y mi trabajo”.
MARÍA ALIAGA,
bailaora
Marie Trabulse, la anfitriona, Ana Pao Sordo y Sofía Díaz

Durante el expectáculo, María Aliaga expresó, a través de sus pasos y trazos, las memorias que conserva de cuando era pequeña y disfrutaba pasar el rato jugando en los jardines de su abuela materna “Ita”, en especial debajo de su limonero.

“María, mi hija, bailó todo el tiempo a la par que yo; mi chiquita, Lucía, me miraba con ojos de plato, y mi niño, Aurelio, jugaba a las escondidillas; cada uno, con su personalidad, me apoyó, al igual que mis papás y hermano, que vino de Monterrey”, platicó la madre de familia.

“Mi esposo, Aurelio, no pudo asistir a la función, tuvo un viaje de trabajo; llegó al día siguiente y notó uno de los lienzos en la sala y me dijo: ‘te veo a ti’; sentí bonito, porque, aunque él no estuvo, me percibe dentro de la obra que vio”.

Por otro lado, aunque María Aliaga admitió que su nueva línea creativa está en desarrollo, confesó que le gustaría hacer una exposición con las piezas resultantes de su propuesta, ya que aún tiene muchos relatos por plasmar, con pintura y carboncillo.

Lorena Cejudo y Lena Garrigos
Lucía Nuño
La bailaora con su hermano, Miguel Aliaga
Bobby Domínguez felicitó a la bailaora.
Jennifer y Hailey Badovinac con Lina Pratt
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+ Algo que contar

María Aliaga presentó tres números en su show privado:

+El primero fue una pieza tradicional de flamenco; después, bailó mientras trazaba con carboncillo en las plantas de sus zapatos sobre un lienzo y, al final, pintó con la cola del vestido impregnada de acrílico rosa y gotas de limón.

+El resultado de la función fueron dos obras, enfocadas en contar los recuerdos en la casa de su abuela materna ‘Ita’.

+Los músicos que acompañaron a María en el espectáculo fueron Gerardo Arturo Amézquita Aguilar ‘El Carrizo’, Edgar Rubio, Isaac Castro y Ángel Vázquez.

+El objetivo de la propuesta es que el público observe a la bailaora como si estuviera en su taller privado, involucrándolo en la experiencia íntima de la creación.

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