Dinamarca anunció en enero que aumentaría agresivamente su gasto militar y ha adoptado una estrategia más agresiva en materia de defensa desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022.
Si bien el país nórdico no comparte frontera con Rusia, sus líderes desconfían de la presencia rusa en el Ártico y en el mar Báltico, donde ha habido casos de sabotaje a la infraestructura.