
Así como los trazos de Frida Kahlo la convirtieron en un referente dentro de la pintura a nivel mundial, su manera de vestir también la volvió un ícono de identidad nacional que, a más de 100 años, se sigue replicando dentro y fuera del País.
Y es que la originaria de Coyoacán no tenía miedo a arriesgarse, al mezclar prendas bordadas por manos indígenas mexicanas, con otras, originarias de las capitales más importantes de la alta moda.
Lo anterior, inspiró al fotógrafo Guillermo Kahlo a desempolvar varias de las piezas de su tía abuela, mismas que permanecieron resguardadas a fin de conservar parte su historia, pero que, a fin de cuentas, también necesitaban narrar su propio discurso.
Retomar algo que, para mí, está lejos en el tiempo, tiene un valor que trasciende épocas”.
GUILLERMO KAHLO, fotógrafo

“Fue todo un reto hacer esta serie de ‘retratos’ en la ausencia de alguien porque, a fin de cuentas, mi experiencia es, principalmente, con las personas, sus rostros; sin embargo, este proyecto fue tan interesante que, después, lo retomé a través de un texto que escribí en una cuartilla”, dijo el fotógrafo Guillermo Kahlo, con más de 35 años de trayectoria.
“Todo lo que sé es gracias a mi papá, quien me contaba cómo era la vida de Frida en la Casa Azul, cuando convivía con los changos y perritos, o la manera en que disfrutaba todo lo que hacía, al cambiarse, maquillarse, elegir un accesorio; ella encontraba en cualquier cosa la manera de expresarse”.
Con la muestra “Vestir la Eternidad. Frida Vista por Guillermo Kahlo”, conformada por 12 piezas, el artista capturó parte de la esencia de su ancestro, tanto esa libertad con la que vivió, a través de sus faldas llenas de olanes, pero también sus ataduras, con el corset de metal que reducía su movilidad o la bota adaptada a su pierna, luego de sufrir los estragos de la poliomielitis.

“Guillermo Kahlo hizo un maravilloso homenaje con esta ropa de Frida que estuvo oculta por más de 50 años, pues estoy convencido que la biografía de su tía se cuenta a través de sus objetos personales; la ascendencia oaxaqueña, por parte de su mamá, y la alemana de su papá, está visible”, compartió Alberto Tavira, gestor cultural.
“Podemos ver huipiles, rabonas y enaguas, pero también tules, organdí y transparencias de telas europeas, porque le encantaba combinar; tenía un estilo surrealista y único que trascendió las fronteras”.
Durante la exhibición, que se llevó a cabo en el Centro Cultural San Ángel, las autoridades de la Alcaldía Álvaro Obregón, familiares del anfitrión y seguidores de su trabajo, apreciaron su obra, la cual estará expuesta en este recinto hasta el 29 de septiembre.
+ Entre costuras
+ En cada pieza, de las 12 que conforman la muestra “Vestir la Eternidad. Frida Vista por Guillermo Kahlo”, es posible apreciar el desgaste que el tiempo ha causado en ellas, así como los detalles que Frida les añadía, gracias a sus pequeñas intervenciones creativas.
Guillermo trae el apellido sobre sus hombros, pero con el trabajo tan extraordinario que hace, sabe cargarlo muy bien”.
AZUL ETCHEVERRY, comunicóloga

