SALUD MENTAL

La importancia del ejercicio

IMPACTO POSITIVO

Numerosas investigaciones han establecido que el ejercicio regular tiene un efecto positivo en la atención de trastornos de salud mental como la ansiedad y la depresión.

  • En estudios de pacientes con depresión leve a moderada, por ejemplo, una amplia gama de regímenes de ejercicio ha mostrado ser igual de eficaz que medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, un tipo de antidepresivos; aunque los mejores resultados suelen implicar una combinación de ambos.
  • Moverse con regularidad puede mejorar el sueño y reducir el estrés. Aunque hay evidencias convincentes de los beneficios para la salud mental de hacer ejercicio durante unos 45 minutos, de tres a cinco veces por semana, incluso caminar unos minutos alrededor de la cuadra puede tener efectos positivos.
  • “¿Servirá de algo este paseo? ¡Sí! La respuesta es sí. Hará mucho más de lo que crees”, dice Jennifer Heisz, profesora asociada de la Universidad McMaster de Canadá y autora de Move the Body, Heal the Mind (Mueve el cuerpo, cura la mente).

BIENESTAR CEREBRAL

Es difícil encontrar un proceso cerebral que no mejore con el movimiento regular. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, disminuye la inflamación y mejora la plasticidad cerebral.

 

  • También provoca la liberación de muchas sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo, como las betaendorfinas y los cannabinoides (que intervienen en la sensación de “euforia del corredor”), la norepinefrina, la dopamina y la serotonina.
  • La ciencia más reciente ha descubierto que el ejercicio constante puede cambiar la estructura subyacente de algunas regiones cerebrales.

  • Al crear nuevas células cerebrales, el ejercicio cambia el funcionamiento de tu cerebro, apunta Mazen Kheirbek, profesor de psiquiatría del Instituto Weill de Neurociencias de la Universidad de California.

ADECUAR EL EJERCICIO

Los científicos aún no han determinado si, por ejemplo, correr es mejor que levantar pesas para mejorar la salud mental.

  • Para empezar, muchos estudios sobre el ejercicio se realizan con animales, y es mucho más fácil hacer que un ratón corra en una rueda que levantar pesas, comenta Brett Gordon, del Instituto del Cáncer de la Universidad Estatal de Pensilvania.
  • También es difícil comparar distintos tipos de ejercicio, porque los efectos pueden ser diferentes según las personas, y los participantes aportan sus propios prejuicios sobre el ejercicio a estudio. A quien ya le gusta correr puede ser más probable que experimente una mejora del estado de ánimo tras otras formas de ejercicio cardiovascular.
  • Sin embargo, hay pruebas que sugieren que actividades como el yoga o el taichi son mejores para aliviar los síntomas de ansiedad que, por ejemplo, el boxeo o el básquet.

  • Esto puede deberse a que estos entrenamientos fluidos y de baja intensidad suelen emplear técnicas meditativas o de atención plena que han demostrado repetidamente ser beneficiosas para la salud mental.
  • El ejercicio más intenso -casi por definición- aumenta los niveles de estrés. Algunas de las investigaciones de Heisz sugieren que las personas que manifiestan más síntomas de ansiedad tienden a obtener menos beneficios para la salud mental de los entrenamientos intensos a corto plazo que quienes tienen poca o ninguna ansiedad.
  • Pero varios expertos, entre ellos Heisz, señalan que, con el tiempo, el ejercicio intenso regular puede seguir aportando beneficios significativos a las personas con ansiedad, si se atienen a él y escuchan a su cuerpo.
  • De hecho, una amplia revisión de 2023 sugirió que los entrenamientos de intervalos de alta intensidad pueden ser más eficaces para aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad que los entrenamientos de menor intensidad.

Con información de Erik Vance / THE NYT NEWS SERVICE

 

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