En 2023 la ópera prima Martínez inició un recorrido internacional que sorprendió incluso a su directora, la jalisciense Lorena Padilla. Tras presentarse en más de una veintena de festivales, el filme dio un paso inédito el pasado 22 de agosto, cuando llegó a las salas comerciales de Tokio. Desde este mes también se exhibe en otras ciudades de Japón.

 

La cinta, filmada en Jalisco, es una comedia negra sobre la vejez masculina y la soledad. El protagonista es un contador que, después de décadas de rutina, enfrenta la jubilación y con ella la desconexión de un mundo que parecía estable. Padilla ofrece una mirada distinta sobre los adultos mayores, acompañada por los personajes de Pablo y Conchita, que completan un retrato íntimo y cotidiano.

La directora tapatía comparte en entrevista cómo vivió esta experiencia en el país asiático.

¿Cómo surgió la oportunidad de exhibir Martínez en Japón?

Lorena Padilla: LUXBOX es el agente de ventas de la película y ellos fueron quienes la vendieron a Cultural Life, la distribuidora japonesa. Uno de los miembros de Cultural Life vio la película y le gustó mucho. Lo comentó con el resto del equipo, vieron el screener y decidieron que sería una película que funcionaría en el mercado japonés. Ellos son una distribuidora pequeña, no manejan muchos títulos al año, por lo que fue realmente un honor que eligieran a Martínez para ser parte de su catálogo.

⁠¿Cómo has vivido la respuesta del público japonés?

LP: La recepción de la película ha sido increíblemente buena. Todas las funciones han sido sold out desde que se estrenó y es algo muy impresionante para mí, porque no se trata de festivales el cual es un circuito al que estoy acostumbrada, sino que la película está en cines comerciales, no solamente foros independientes sino pantallas en plazas normales, por decirlo de alguna manera, junto a películas de Hollywood y japonesas y las salas han estado abarrotadas. Entre bromas, yo le comentaba a los de Cultural Life si es que las personas no se habrían equivocado de sala. En verdad nada me había preparado para una experiencia así.

Estuviste en algunas proyecciones. ¿Cómo fue esa experiencia en la sala y al salir?

LP: Estuve presente en tres de las proyecciones y fue una experiencia absolutamente alucinante. Los de la distribuidora me dijeron que dentro de las salas en Japón, es de muy mala educación reírse, llorar, hablar, por lo que no debía asustarme si no veía que el público reaccionara mientras veía la película.  En el Q&A y posteriormente en la firma de libros y pósters me quedé impresionada con la calidez y comentarios de las personas, algunos muy personales. Una señora me dijo llorando que ella se acababa de jubilar y se sentía como Martínez. Otros me contaban lo mucho que se habían encariñado con Pablo y Conchita, los dos coprotagonistas. Algunos me dijeron que era la primera película mexicana que habían visto en su vida y que no era así como se habían imaginado al País.

Como directora mexicana, ¿qué te deja presentar tu historia en un contexto tan distinto?

LP: La película me ha traído muchísimas satisfacciones, pero esta es sin duda una de las más grandes. Un tema muy importante de la película es la conexión humana, y creo que lo que está pasando con Martínez es una prueba de que los seres humanos no somos tan diferentes. Que podemos haber nacido en lados opuestos del planeta pero nuestros sueños y conflictos en el fondo son los mismos. Todos queremos ser vistos, todos queremos ser queridos.

 

Aunque yo no hablo japonés y la audiencia no hablaba español, lográbamos comunicarnos a través de una traductora y al escuchar sus reflexiones sobre la película, me daba cuenta de que habían logrado captar la esencia del proyecto y percibir la profunda soledad de estos tres personajes, sin juzgarlos de ninguna manera.

La soledad y las rutinas atraviesan la película. ¿Cómo resonaron esos temas allá?

LP: Sí, el tema de la soledad es algo con lo que conectaban mucho, pero no desde el lado triste o deprimente, hablaban de la diferencia entre estar solo y sentirse solos. Una señora se me acercó y me dijo que Martínez era igual a su marido. Otra señora me dijo que acababa de salir de ver la película y que la quería ver otra vez, porque ella ya era mayor y quería disfrutar de los años que le quedaban de vida como Martínez.
 
Al estar unos días en Japón y estar caminando por lugares poco turísticos y apreciando la vida diaria, me fui dando cuenta poco a poco del porqué Martínez había conectado tan bien con la audiencia. Al ver sus rutinas diarias, sus caminatas al trabajo, su comportamiento en el transporte público, los edificios, pude ver cómo es que quizás se veían reflejados en los personajes de la película, en su ritmo pausado y sus encuadres.

Después de tantos festivales, ¿cómo estás viviendo esta etapa comercial y cómo influye en tu próximo proyecto?

LP: La verdad es que el recorrido de la película me sigue sorprendiendo. Yo estoy por terminar el guion de mi segunda película, la cual también se filmará 100% en Jalisco, por lo que digamos que me encuentro con la cabeza en otra historia, y ya sabes, buscando formas de financiar este segundo proyecto, que siempre es un reto en México, pero ver que las personas conectan con mi Ópera Prima, me da fuerza y energía para levantar mi segunda película, y este viaje a Japón definitivamente va a influenciar mi escritura de guion de manera significativa.
 
También me hace validarme como directora, porque uno siempre está dudando de sus capacidades para dirigir, sobre todo en un medio tan competitivo y machista como sigue siendo la industria en México.

Hablando de la próxima vida de Martínez, ¿qué noticias tienes sobre el estreno en México?

LP: Me encantaría. Esperamos salir beneficiados en Eficine Distribución para llegar a salas comerciales en México el año entrante. El interés del público es mucho, todas las ocasiones que se ha presentado en salas la recepción ha sido muy buena y ahora que se estrenó en Japón me escriben para preguntarme que cuándo se estrena en México y yo también un poco en broma me pregunto lo mismo.

Para cerrar, ¿hay algo más que quieras compartir?

LP: Claro. Las películas no se hacen solas. Yo como directora tuve la oportunidad de ir a presentar la película a Japón, pero voy en representación de un grupo grande de personas que han apoyado a la película y el proyecto desde el inicio. Principalmente Georgina González de Alquimia Cinematográfica, mi productora. Álvaro Árce, productor, diseñador sonoro y autor de la música de la película. Por supuesto Francisco Reyes, Martha Claudia Moreno y Humberto Busto que le dieron vida a mis personajes. El crew entero. IMCINE, FILMA JALISCO, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. Todos los talleres de guion, los programadores de festivales, mi familia. La lista es eterna. Hay muchas, muchísimas personas detrás de cada película y yo quiero agradecer a todas y cada una de ellas.

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