COSECHA DORADA

OREGÓN.- En el corazón del valle del río Hood, bajo la sombra del Monte Hood, los huertos parecen dibujar un mosaico verde entre antiguos lechos de lava.

En esta región, donde el paisaje es tan fértil como volcánico, se encuentra Parkdale, una pequeña comunidad agrícola que es parada obligada en la ruta frutal más famosa de Oregón.

Aquí, el horticultor Dane Klindt cuida dos huertos con más de 300 hectáreas de perales y cerezos, plantados en tierras moldeadas por siglos de actividad volcánica y un microclima que parece diseñado a la medida para el desarrollo de peras como Anjou verde y roja, Bartlett, Bosc, Concorde y Comice, variedades que después de un proceso cuidadoso de maduración y empaque, endulzan mesas, recetas y vitrinas en México, a donde se envían siete de cada diez peras cultivadas en Oregón y Washington.

PACIENCIA Y ORGULLO

Las peras son un fruto que exige tiempo y cuidado, así lo asegura Klindt, quien desde su infancia, de la mano de su padre, ha aprendido sobre el cuidado, manejo y trato de este ingrediente.

“Se necesitan alrededor de siete años para que un peral entre en plena producción, mientras que un manzano puede producir una cosecha en el tercer año después de la siembra, por eso digo que las peras toman su tiempo y me siento orgulloso de las que cultivamos”, explica el horticultor.

A diferencia de la rapidez de cosecha de la manzana, la pera recompensa la espera con sabor y textura, fruta que exige un trato cuidadoso y un proceso de maduración correcto.

“Las distintas peras que nosotros cosechamos, se han adaptado naturalmente al entorno. Creo que más que desarrollar nuevas variedades, lo que necesitamos es enseñar a la gente a madurar las peras correctamente”, expresa Klindt.

En este huerto el trabajo manual sigue siendo esencial, entre agosto y octubre se realiza la cosecha a mano para evitar que la piel de la fruta se dañe. Cada pieza se corta con cuidado, una a una, combinando observación y precisión al momento de la recolección.

Una vez que los contenedores están llenos, las peras se envían a las empacadoras en donde se enfrían inmediatamente para lograr una maduración de cosecha uniforme. Desde ahí comienza un recorrido que las llevará fuera del valle, cruzando fronteras hacia México, ya que de acuerdo con Peras USA, este destino es el mercado número uno en exportación del fruto.

UN SUELO NACIDO DEL FUEGO

La historia agrícola del valle no puede separarse de su geología. Los antiguos flujos de lava crearon un suelo de limo franco, una mezcla equilibrada de arena, limo y arcilla considerada ideal para la agricultura: fértil, rica en nutrientes y con un drenaje natural.

“Hace casi dos décadas, cuando un glaciar del Monte Hood se rompió y liberó un torrente de agua, esos mismos lechos de lava desviaron el cauce hacia el río y protegieron los huertos que hoy viven aquí”, explica Klindt.

La naturaleza, sin embargo, también ha puesto a prueba al valle. En 1919, una gran helada destruyó la mayoría de los manzanos de la región. Los perales resistieron y con ello, se consolidó una infraestructura agrícola en torno a la producción de este fruto que hoy sostiene a más de mil 600 productores entre Oregón y Washington.

EL CLIMA IDEAL

Las mañanas templadas y las noches frías del valle son ideales para el cultivo de la pera Anjou, conocida por su dulzura. Para mantener estables las condiciones durante la temporada de cosecha, enormes ventiladores controlan la temperatura del huerto según las necesidades de la fruta.

El riego también ha evolucionado, el antiguo sistema manual que implicaba mover tuberías de aluminio de 20 pies cada 12 horas, fue reemplazado por micro aspersores, una innovación que optimiza el agua y mejora la uniformidad del riego en el cultivo.

EN CIFRAS

> Las peras son la cosecha principal de frutas en Oregón y la fruta oficial de ese estado.
> En el estado de Washington, las peras son el tercer cultivo más valioso de árboles frutales después de las manzanas y cerezas
> La cosecha anual de peras frescas de Washington y Oregón actualmente promedia más de 582,000 toneladas
> Washington y Oregón exportan alrededor del 35 por ciento de su cosecha de peras frescas a más de 50 países de todo el mundo

Textos: Fernanda Gutiérrez
Edición: Álvaro García
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