¿HA PERDIDO FUERZA?
Mientras especialistas difieren respecto a si el crimen organizado ocupó los territorios zapatistas, otros consideran que el zapatismo sólo está impactado por “agrupaciones corporativistas” del poder local, protegidos por el Gobierno mexicano.
En los hechos, a 30 años del alzamiento armado, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) disminuyó su presencia en las comunidades, coinciden los expertos, y el objetivo de mejorar la realidad indígena quedó en deseos.
“La migración, el cambio generacional: muchos jóvenes ya no quieren ser zapatistas, y el narcotráfico, influyó para que el EZLN sí dejara de controlar los territorios que antes controlaba como en los primeros 20 años”, dice Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur.
Durante los sexenios de Juan Sabines y Manuel Velasco (2006-2018) se incrementó la disputa por el tráfico de drogas, silenciosamente en Chiapas operaba el Cártel de Sinaloa, pero, tras la pandemia, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) intentó tomar el control.
“Del 2018 al 2019, en las regiones de Altos de Chiapas y la Selva Lacandona (donde hay Municipios Autónomos Rebeldes, MAREZ), por ejemplo, en los municipios de los Altos, Chenalhó y Pantelhó (donde están los MAREZ, Magdalena de la Paz y Santa Catarina respectivamente), el narco se fue extendiendo en la medida de que no había obstáculos, afectó la vida comunitaria zapatista, de otras organizaciones, y de todo Chiapas”, afirma Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur.
“Los chavos zapatistas ahora escuchan narcocorridos, la narcocultura se ganó a esta juventud, también existe el consumo de drogas… ellos no estaban exentos”, afirma Luis Abarca, del Comité Digna Ochoa.
Agrega que el crimen organizado en la Selva Lacandona tiene presencia desde 1970, pero, a diferencia de esos años, ahora son varios cárteles.
“El EZLN construyó autonomía política, simbólica, y ajustada a los estándares de los pueblos indígenas, tuvo asesoría de académicos, organizaciones, pero jamás tuvo un control territorial, quizás en los primeros días de combate”, indica.
Para Abarca, el zapatismo se retira de su territorio y el narco queda en esos mismos territorios.
Ante la innegable presencia del narcotráfico en este estado y autoridades complacientes, Gaspar Morquecho, antropólogo e investigador, señala que no es que el territorio zapatista haya sido ocupado por el narcotráfico, sino que ahora les toca compartir espacio.
El pasado 6 de noviembre, el EZLN anunció la desaparición de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y las Juntas de Buen Gobierno, como resultado de un profundo análisis crítico, y denunciaron la presencia de cárteles del crimen organizado en Chiapas.
“Esto tiene que ver con la fragmentación de las organizaciones sociales, la fuerza no se materializó, desde que se quiso registrar a Marichuy, la candidata independiente, y no se pudo obtener el registro, eso dice mucho de qué sucede con el EZLN, como referente político pierde presencia en la sociedad civil”, dice Morquecho.
“El EZLN daba señales del fortalecimiento y de repente se desmorona”, dice Abarca, se refiere al 2019 cuando anunció su expansión en Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Chilón, Tila, Amatenango del Valle, Motozintla y Chicomuselo, hasta que lanzó su reciente comunicado.
Sin embargo, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, una organización dedicada a la defensa de los pueblos indígenas en la entidad, señala en su reciente informe Chiapas, un desastre, que los ataques sufridos a territorios zapatistas corre a cargo de grupos corporativistas, vinculados al poder local, bajo la protección de los gobiernos, pero nunca a cargo del narcotráfico.
“No hay reportes de choques del EZLN y el crimen, se cuida evitar que suceda”, agrega Morquecho.
“¿Qué pasará en los Caracoles y Juntas de Buen Gobierno?, ¿qué uso se le darán a esos espacios?, ¿cuántos de estos espacios se van a poder reactivar?, ¿cuánto de estos espacios van a funcionar?, ¿qué papel van a jugar en este proceso de reestructuración?, ¿qué sigue? Yo espero que este proceso de análisis sea positivo, porque es un movimiento que tiene 30 años y 50 de duración como FLN. Tenemos qué ver, qué sucederá este primero de enero”.
El 30 aniversario zapatista se celebrará este lunes 1 de enero, en el Caracol Resistencia y Rebeldía: un Nuevo Horizonte, en el municipio de Ocosingo.
Se han registrado como invitados más de 600 personas que saldrán en caravana en autobuses desde la Ciudad de Mèxico. El comité organizador pidió seguridad al gobierno del Estado del morenista Rutilio Escandón.
ZONA EN DISPUTA
- Territorios que han sido controlados por el EZLN. En algunos de ellos han ido perdiendo presencia.
ROSARIO DE VIOLENCIA
- Septiembre 2023
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