ELECCIONES PARLAMENTARIAS

Tras obtener otros cinco años en el Palacio del Elíseo, Macron enfrenta pronto las elecciones parlamentarias, en las que sus opositores piden a los votantes que le nieguen la mayoría en la Asamblea Nacional al centrista.

Jean-Luc Melenchon, de izquierda y quien quedó tercero en la primera vuelta de las elecciones del 10 de abril, dijo que Macron había sido elegido “por defecto”.

“No se rindan”, pidió a sus partidarios. 

“Pueden vencer a Macron (en las elecciones parlamentarias) y elegir un camino diferente”.

Por su parte, la sobrina de la ultraderechista Marine Le Pen pidió a los líderes del partido a organizar una reunión para discutir un posible pacto parlamentario con el polémico aspirante presidencial nacionalista Eric Zemmour.

“La votación no ha terminado, las elecciones legislativas son la tercera ronda”, dijo Jordan Bardella, un estrecho aliado de Le Pen.

“No pongan todo el poder en manos de Emmanuel Macron”.

De no obtener una nueva victoria en dichas votaciones que se realizarán el 12 y 19 de junio, el centrista y proeuropeo tendrá dificultades para avanzar con su agenda proempresarial, incluidos los impopulares planes de retrasar la edad de jubilación.

En caso de que gane el partido de Macron, él nombrará un nuevo Gobierno en consecuencia y podrá aprobar leyes. Sin embargo, si otro partido obtiene la mayoría de los escaños, Macron se verá obligado a nombrar un Primer Ministro que pertenezca a esa nueva mayoría. 

QUEJA SOCIAL

El Mandatario reelecto enfrenta una Francia dividida.  

Durante su primer periodo, los movimientos que se avivaron con la protesta social de los “chalecos amarillos” en 2018 y 2019, y en los dos últimos años los “antivax“, contrarios a la política sanitaria para enfrentar la pandemia de Covid-19, muestran la fractura de la sociedad francesa.

El Mandatario centrista prometió tras su victoria que no dejaría a nadie atrás y lanzó un llamado a la buena voluntad y al respeto en un país “plagado de tantas dudas, de tantas divisiones”.

Las manifestaciones registradas en París y Rennes, al oeste, justo después de su reelección, hacen presagiar una fuerte resistencia en las calles, sobre todo contra su controvertida reforma de pensiones, y una creciente preocupación por el poder adquisitivo.

La política del “cueste lo que cueste”, desplegada durante la pandemia del Covid-19 para apoyar los sectores más castigados por la crisis sanitaria y económica, permitió salvar, al menos de forma temporal, empresas y empleos.

Pero la creciente inflación, impulsada especialmente por el costo de la energía, sigue lastrando el poder adquisitivo. 

El Mandatario prometió medidas adicionales, con la esperanza de contener la cólera social y evitar otro escenario de protestas como los “chalecos amarillos”.

GUERRA EN UCRANIA

Macron en algún momento podría viajar a Kiev para reunirse con el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, como parte de los esfuerzos de Francia para poner fin a la guerra.

El jefe de Estado, que multiplicó sus esfuerzos de mediación entre Kiev y Moscú para intentar detener la ofensiva rusa en Ucrania, debería continuar, sobre todo hasta el 30 de junio, cuando acaba la presidencia pro témpore francesa del Consejo de la Unión Europea.

Su principal reto aquí es mantener la unidad del bloque de 27 países ante Moscú, cuando los diferentes países de la Unión Europea tienen visiones diferentes como en las sanciones, que buscan aplicar un embargo al gas ruso, una medida a la que Alemania se opone.