DÍA UNO

DESAYUNO EN CHA’

En esta cocina abierta de la colonia Versalles, bien puede desfilar la panela del Tuito, como el birote de Guadalajara y hasta el pato en tacos, gracias a la propuesta del chef Mario Borja, bautizada como “cocina libre”. Sin apegarse a una línea concreta, el tapatío le saca el máximo provecho a los productos locales y de temporada. 

¿Qué probar? Torta de chilaquiles con mole y pato. 

REFRESCARSE CON TUBA EN EL MALECÓN

Una bebida bien fría, que se elabora a base de la savia de la palma de coco fermentada, y se combina con manzana, fresa y cacahuate garapiñado con miel; es la tradicional tuba. Encuéntrala en manos de sus mismos productores y vendedores a lo largo del Malecón y por la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.

COMIDA EN LAMARA

El pulpo, atún, tilapia y camarón adquieren un puñado de caras distintas gracias a las 14 opciones de aguachiles y 16 de cebiches. Y buenas noticias para los veganos, pues también se deleitan con las tostadas copeteadas, aunque con quinoa como sustituto de la proteína animal de cinco preparaciones pensadas especialmente para ellos. 

¿Qué probar? El cebiche tartar, que lleva atún en trozos, cacahuate, soya dulce, jengibre, ajonjolí y perejil. 

DULCE TENTEMPIÉ EN PALETERÍA VILLASEÑOR

Remonta historia hasta el año de 1951, en el Pitillal, pero en la actualidad continúa forjando un helado legado en la Zona Romántica, al sabor del arrayán, coco, fresa, guanábana y otros sabores que enlista en el equipo de las paletas de agua; mientras que en el de leche hay vainilla, chocolate, nuez, café y más.

¿Qué probar? La paleta de mamey es un imperdible. 

CENA EN EL DORADO

Aunque tiene opciones de desayuno, comida e incluso club de playa, es en la cena cuando adquiere su especial encanto. Agarra mesa justo antes del atardecer y disfruta la transición del Sol, pues así es cómo aquí los frutos del mar se saborean mejor: al calor de las velas y bajo un cielo estrellado. 

¿Qué probar? Langosta local del Pacífico, acompañada de vegetales al grill y arroz. 

DÍA DOS

DESAYUNO EN LA CHILAQUERÍA

Si verdes o rojos te parecen opciones aburridas de chilaquiles, en este comedor de la Zona Romántica encontrarás maneras más interesantes de redescubrir el antojo matutino. De mole, chipotle, con habanero y arrachera, rajas poblanas, birria y otros aderezos se puede empapar a los totopos. 

¿Qué probar? Los chilaquiles de mole, acompañados de un aromático café de olla o cerveza bien fría.

COMIDA EN LE KLIFF

Ubicado a 25 minutos del corazón de Vallarta, sobre la carretera a Barra de Navidad, en Mismaloya; se encuentra este fine dining de cocina internacional, donde bien podrás llegar desde la comida pero te querrás quedar hasta el atardecer, debido a que su increíble plataforma de cara al mar, permite apreciar cada puesta del Sol de manera única. 

El chef Everardo Robles es quien está detrás también de los platos de comida (horario de 13:00 a 16:00 horas), donde los productos del mar no pueden faltar. 

¿Qué probar? Ostiones a la BBQ, hamburguesa de camarón y el sándwich de salmón.

UNA CHELA EN YAMBAK

No importa cuál sea tu estado de ánimo, aquí encuentras tres niveles: para cenar, empezar la fiesta y hasta sacar los mejores pasos de baile. Una larga línea de llaves con espumosa cerveza artesanal y tanques de acero inoxidable donde se fabrican, dan la bienvenida en la planta baja; mientras que en el rooftop, el horno está que arde con el desfile de pizzas a la leña. 

Sin embargo, es en el segundo piso donde querrás estar, pues las mezclas electrónicas de DJ en vivo contagian las ganas de bailar. 

¿Qué probar? El sampler de cerveza artesanal para refrescarte con cuatro estilos diferentes. 

CENA EN CAFÉ DES ARTISTES

Thierry Blouet es el chef puertorriqueño, criado en Francia, que a lo largo de 31 años se ha dado a la tarea de ubicar a Vallarta en el mapa gastronómico internacional. Son cinco atmósferas las que abarca su restaurante, de casi una cuadra de superficie, dando paso a un piano bar con menú de tapas, mesa del chef con capacidad para 40 personas, y un comedor romántico a la luz de las velas, con menú a la carta y capacidad para 212 comensales. 

¿Qué probar? Su plato insignia es la crema de calabaza y langostinos; pero el menú “Tentación” permite saborear cinco tiempos y elegir entre opciones como foie gras, pulpo adobado con chicatanas, short rib y más. 

 

TRAGOS EN EL COLIBRÍ COCKTAIL GARDEN

Tomando inspiración de la jungla, en 2019 surgió este speakeasy, donde las barmaids Samantha Frey y Mariana Concha idean tragos de autor a base de destilados artesanales, productos frescos y hasta bitters y jarabes. La raicilla de la Cosa estelariza el menú de cocteles, aunque también hay con bourbon, ginebra, mezcal y tequila. 

¿Qué probar? Paradise, lleva raicilla de la Costa, jugo de piña tatemada, limón, orgeat y canela.

Información: Virididiana Muñoz. Fotos: Tomadas de Internet.