DÍA 1

DESAYUNO EN HOTEL RODAVENTO

Para comenzar a disfrutar de la naturaleza y olvidarse del estrés chilango instalado frente a su pequeño lago y rodeado de bosque.

En el buffet, con servicio asistido –ad hoc a los protocolos Covid–, hay alternativas para gustos saludables y culposos. Y no faltan jugos naturales, panadería horneada en casa y café.

El chef Efraín Mondragón procura ingredientes orgánicos de temporada para dar vida a una propuesta accesible y con muchos de los antojos recurrentes para comenzar el día, desde bagel de salmón y huevos benedictinos hasta omelettes, chilaquiles, avena…

¿Qué pedir? Tacos de cecina vallesana; toast de aguacate con huevo o pan francés.

SURTE TU HUERTO EN GARDEN DE WALO

¿De dónde vienen nuestros alimentos? Es la pregunta clave detrás de este vivero-café-tienda, cuyos artífices, Mica y Lalo, han apostado por agricultura sustentable y una red de productores locales que da al consumidor certeza sobre el origen y tratamiento de cada ingrediente.

En su tienda encontrarás desde kombucha, cerveza y vinos hasta vegetales frescos, lácteos, miel, alfarería, vajillas, servilletas y manteles hechos por artesanos.

El vivero es una gozada, una lección de botánica en vivo y a todo color, con árboles frutales, florales, cactáceas, suculentas… Éste es el lugar para sumar especies al incipiente huerto en casa, desde hierbas, apio, fresas y acelgas hasta estevia y rábano negro

¿Qué llevar? Hierbas aromáticas y hortalizas para trasplantar.  

CERVEZAS EN TABERNA SKYLINE

Una o varias cervezas siempre serán bienvenidas para paliar los embates del calor primaveral. Dentro de Barrio 28, un complejo comercial albergado por contenedores, se esconde el “tap room” de Skyline, una cervecería artesanal vallesana, fundada en 2014.

Además de los estilos de línea (Kölsch, Ambar Ale Americana, Belgian IPA y Dunkel), en su barra se ofrece una que otra novedad de temporada. En estos días se trata de una White Stout, que sorprende con aromas de café y chocolate atrapados en un cuerpo dorado, refrescante y sedoso.

¿Qué pedir? Un sampler para probar cuatro estilos (sí o sí incluye la Belgian IPA) o una White Stout, su estilo de temporada poco común.

COMIDA EN UMO

Sazonadas a la perfección, con la cocción perfecta para deshacerse en la boca apenas hincarles el diente y acompañadas por un trío de salsas hecho en casa –tradicional, chipotle y habanero–; con ustedes: las costillas BBQ de UMO.

También dentro de Barrio 28 se encuentra este paraíso, donde Juan Manuel Tapia conjuga asador y ahumador para beneplácito de los carnívoros. El más feliz encuentro entre el asado argentino y el barbecue tejano ocurre allí.

Hamburguesas y buns; cortes americanos, sin más aditivos que un poco de sal y la magia de la leña de encino; brisket, pork belly, pulled pork y costillas lentamente cocinadas en el monumental ahumador, con leña de aile, componen el menú.

¿Qué pedir? Costillas BBQ o un combo del ahumador.

CAFÉ EN DOSIS

Además de los clásicos espresso, americano, latte… preparan affogato, con espresso y helado de mazapán, y una original versión con té matcha y helado de vainilla.

Shakeado o en las rocas, el carajillo clásico es una especialidad de la casa, pero échale un vistazo a las otras versiones, con licor de horchata, crema de whiskey, matcha o té negro.

Su pequeña vitrina resguarda varias piezas de pan que invitan a pecar: babkas (trenza polaca rellena de crema de avellana y chocolate), croissants de almendra, brioche con chocolate…

¿Qué pedir? Café affogato y rollo de cardamomo.

MERIENDA EN EL RUSO SALCHICAS ARTESANALES

Sus salchichas, elaboradas de forma artesanal, sin conservadores, empacadas al vacío, pueden conseguirse en diversos puntos, pero no hay como vivir la experiencia de comerlas, a pie de food truck, envueltas en un suave pan brioche, con pepinillos, chucrut y salsas caseras.

El Ruso es un apasionado de los embutidos que ha tomado influencias y sabores de diversas partes del mundo para integrarlas a sus recetas. Entre las favoritas de la concurrencia, la bratwurst, con carne de ternera, un toque de limón, perejil y cardamomo.

¿Qué pedir? La thüriguer, con carne de res, tocino, semilla de mostaza y pimienta.

DÍA 2

DESAYUNO EN ARABITES

Para escapar de los sabores matutinos de siempre y viajar hasta el Medio Oriente acompañado de un buen café turco. Este local, en el corazón de Avándaro, es un pequeño hermano del restaurante Adonis (clásico chilango de la gastronomía libanesa).

Entre sus propuestas mañaneras hay huevos con kibbe, huevos en cazuela con jocoque, shakshouka, manoush-egg (estrellados o revueltos con awarma sobre masa artesanal de manousheh) y huevos estrellados sobre pizzeta con queso y zaatar. Y para los veggies: toasts de hummus o de jocoque con zaatar, y bowls de yogur o acai con granola.

¿Qué pedir? Huevos en cazuela con jocoque o egg’n cheese (estrellados sobre pizzeta con queso y awarma.

TALLER CULINARIO EN LA ALDEA AVÁNDARO

Ideal para la convivencia en familia. Hace ya varios años que Sonia Ortiz y Celia Marín, artífices del famoso canal Cocina al Natural, en YouTube, escaparon del trajín citadino para dar vida, en sentido metafórico y literal, a este proyecto que hoy tiene huerto, invernadero de setas, corral de patos y gallinas, cocina profesional y un acogedor salón comedor.

Aquí se ofrecen, previa reservación, tres talleres: elaboración de pizzas de masa madre a la leña; tortilla de nixtamal, y experiencia de campo y cocina, para grupos de seis a 20 personas.

Previo a colarse en los fogones, la mismísima Sonia guía al grupo en un recorrido por el huerto y sus variedades de flores, hortalizas, frutos, hierbas, bulbos. Se vale tocar, oler y probar, para luego recolectar los ingredientes que se transformarán en la cocina.

¿Qué pedir? Sonia es amante de la experimentación con fermentos, encurtidos y deshidratados, prueba sus semillas de mastuerzo en salmuera y sus setas deshidratadas.  

TRAGOS COQUETOS EN RÜF

No hay visita a Valle de Bravo sin postal del apacible atardecer frente al lago. La terraza de Cinco Rodavento se ha convertido en una de las favoritas para, cobijado por el ocaso, disfrutar de trago y botana.

Su mixología es distinta y con creaciones para cada gusto: hay cocteles dulces, como el chatiña, con crema de horchata, tequila, mazapán y dulce de canela, o ácidos, como el culichi, con licor de chile verde, pepino y aguachile.

La chef Alejandra Ortega ofrece comida confortable, como tostadas de atún y mac n cheese slider, para picar. Si lo tuyo es, más bien, postre y café, pide un sampler del restaurante (pastel tres leches, cajeta y maíz y mousse de chocolate).

¿Qué pedir? La loba, con mezcal, limonada de pepino e infusión de bugambilia.

CENA EN TRATTORIA DA GIANCARLO

La de Giancarlo Abruzzese es una cocina sencilla, en apariencia. Basta dar la primera mordida a una de sus pizzas a la leña para adivinar que detrás de esa masa hay ciencia, dedicación y obsesión por el detalle.

El menú es conciso, pero con lo que cualquiera esperaría de una buena propuesta italiana: algunas entradas, pastas frescas y pizzas de masa madre.

No hay como ocupar una de las mesas en primera fila hacia la cocina abierta, ver el danzar de las salsas pomodoro y arrabiata y mirar al propio Giancarlo frente al horno.

El cocinero, originario de la Toscana, trabaja con ahínco sus masas, experimenta con distintos granos y fermentaciones, pues próximamente piensa retomar su gran pasión: la panadería. También tiene en proyecto una cava de maduración para quesos y embutidos artesanales.

¿Qué pedir y llevar? Pizza Margarita y penne con pulpo en salsa arrabiata; pasta fresca para hacer en casa y embutidos artesanales (guanciale, salame, pancetta…)

Textos: Teresa Rodríguez / Enviada
Edición: Alejandro Vizzuett
Imágenes: Teresa Rodríguez, cortesía Rodavento y UMO
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