Un genio, un showman, un protagonista y un amante de las motos… así recuerdan a Tomás Boy.

El “Jefe” dejó huella en ex compañeros en la Selección Mexicana o por sus dirigidos, quienes destacan su don de gente e inteligencia, además de su protagonismo.

Llévatelo de fiesta

“Una vez llegó uno de sus hijos a Morelia, y Tomás me dice: ‘oye, sácalo un ratito en la noche a pasear, a salir un rato de joda’, y le digo: ‘Tomás, pero yo mañana entreno’, ‘no importa, tú sácalo, quiero que venga más seguido conmigo’.

“Salimos, y el chavo se puso medio mareado, y lo único que hice fue dejarlo en su casa, toqué la puerta y me fui sin que me vieran, y al día siguiente me dice Tomás: ‘Mira, a toda madre, te agradezco mucho que lo hayas sacado, pero qué pedo se puso el güey’. Así fue nuestra relación, muy buena”, contó Flavio Davino, a quien el “Jefe” llevó a Monarcas y lo hizo su capitán.

Se roba el show

“En una ocasión, en un hotel había una exposición de motos BMW y él tenía una Harley Davidson, y le pidió al gerente si podía meter su moto, y en el lobby aceleró y volteó todo el mundo, y más por la exposición de la BMW”, contó Carlos Adrián Morales, uno de los consentidos de Boy. 

¿A poco sí?

“Como persona era un tipazo, te hacía reír, te contaba chistes, anécdotas, usaba mucho el yo porque él fue un gran jugador, y habíamos jugado en posiciones similares (mediocampistas).  Una vez nos quedamos platicando con él en el vestidor Carlos Ochoa y yo, y le decíamos que por su personalidad él imponía ante los jóvenes y los rivales, y ya sabes, se paraba el cuello, y decía: ‘¿a poco sí?’, le gustaba ser protagonista”, contó el “Chato” Rodríguez, quien volvió al Atlas cuando Boy era técnico.

Como con la mano

Fernando Quirarte recordó la jugada en la que Boy cobra el tiro libre directo para que él rematara de cabeza y abriera el marcador ante Bélgica en el debut de México en el Mundial de 1986.

“Era una jugada que veníamos practicando durante toda la preparación, eran jugadas durante el entrenamiento, jugadas en las que íbamos a rematar y nos numerábamos, a veces el 1 era Javier Aguirre, el 2 era yo, a veces Félix Cruz, y Tomás Boy ya sabía a dónde iba el centro. En esa jugada él me la puso prácticamente con la mano para que yo llegara y rematara”, comentó el “Sheriff”.

La plática con Roberto Gómez Junco

Información: Omar Fares

Fotos: Mexsport