Ánimo a tope
La Universidad de Ottawa, en Canadá, define la motivación como la habilidad personal para hallar la energía y concretar una meta.
De acuerdo con especialistas, existen dos tipos de motivación: la externa y la interna.
La primera proviene del reconocimiento de otros, ya sea mediante elogios o premios; la segunda se origina desde la persona tras cumplir objetivos, metas y propósitos.
A jucio de los expertos, se trata de un elemento clave para el desarrollo integral de los jóvenes, ya que:
+ Disminuye la posibilidad de experimentar ansiedad y tensión
+ Contribuye a fortalecer el sistema inmunológico
+ Impulsa a las nuevas generaciones a emprender retos de superación
La motivación está fuertemente vinculada con la dopamina, el neurotransmisor responsable del placer y la relajación, ya que cada vez que se cumple una meta y segrega la sustancia, el individuo en cuestión buscará repetir el comportamiento.
El distanciamiento social causado por la pandemia del Covid-19, la mortalidad, la inseguridad y la crisis climática son algunos factores que disminuyen el nivel de motivación en los jóvenes.
Su ausencia puede ocasionar depresión, cambios en los hábitos alimenticios y de descanso o pérdida de la capacidad para visualizarse en el futuro. También propicia ausentismo, deserción y bajo rendimiento escolar.
Para mantener los niveles de motivación, expertos sugieren:
Tener avances graduales
Las metas simples y a corto plazo permiten visualizar avances.
Para llevar un registro y no pasar ninguna por alto, se recomienda plasmarlas en papel, de modo que al concretarlas se genere satisfacción.
Esto también permite avanzar hacia objetivos de mayor alcance.
Incorporar el deporte
El deporte es otra alternativa para mantener elevados los niveles de motivación.
Si resulta difícil incorporar una rutina, se puede buscar actividades físicas de mayor agrado y programarlas para realizarlas con cierta periodicidad.
Si no se disfrutan los entrenamientos, hay que probar algo diferente.
Encontrar inspiración en otros
Tener modelos a seguir y rodearse de personas con proyectos y metas propias puede ser una fuente de motivación.
Lo anterior también permite desarrollar habilidades útiles para el cumplimiento de las metas.
Ser paciente
Las personas deben estar conscientes de que las dificultades no son eternas y que una actitud optimista facilitará sus labores.
Esto, a su vez, incrementará su desempeño en la escuela, la casa, el trabajo y en su vida personal.
Buscar recursos positivos
Leer noticias positivas, conocer casos de éxito, romper con estereotipos, buscar nuevos desafíos y enorgullecerse de los resultados obtenidos son otras formas de incrementar y mantener la motivación en el día a día.
Fuentes
+ Beatriz Orozco Osuna, psicóloga y psicoterapeuta psicoanalítica egresada de la Universidad Intercontinental
+ Universidad de Ottawa, en Canadá
+ Deakin University, en Australia
+ Darwin University, en Australia
+ Herzing University, en EU
+ Tec de Monterrey
+ Clínica Mayo
Créditos: Abel Vázquez
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