Cambiar artículos tradicionales de baño y cocina vinculados con el agua por ahorradores no sólo disminuye el consumo de este líquido, sino también contribuye a reducir las emisiones.
A menudo el agua debe calentarse con gas, así que realizar un uso eficiente reduce la quema de dicho combustible fósil.
Se pueden instalar, por ejemplo, regaderas ahorradoras, así como tasas de baño y grifos o llaves de agua.