¿Cómo se ahorra?
Llevar finanzas sanas mientras estudias la carrera, sea cual sea tu presupuesto, no es una tarea imposible.
Conoce las recomendaciones que Adolfo Ruiz Guzmán y Elvira Torres, expertos de la Universidad Anáhuac México y el Tecnológico de Monterrey, respectivamente, dan a los jóvenes en este tema.
Identifica ingresos y gastos
A decir de Ruiz Guzmán, el primer paso es registrar todas las entradas económicas aunque no se posean ingresos fijos o se encuentre en el primer trabajo.
Del mismo modo, se deben identificar los gastos.
“Mientras más detallado lo hagas, será más efectivo”, asevera el especialista.
Esto, agrega Torres, permite crear un presupuesto, establecer prioridades en los gastos.
“Presupuestar te da margen para que puedas invertir en otras cosas y ahorrar”, afirma.
Además, conocer tanto tus gastos como tus ingresos te permitirá definir cuánto puedes gastar semanal o mensualmente sin caer en deudas.
Calcula tu ahorro
Con el presupuesto hecho, se puede determinar cuánto dinero se destinará a cada una de las actividades de interés.
Un ejemplo que Ruiz Guzmán emplea para ejemplificar esto es la regla 50, 30 y 20.
De acuerdo con el experto, esta norma consiste en destinar el 50 por ciento de los ingresos a los gastos de operación, el 30 por ciento a los gustos personales y el 20 por ciento restante al ahorro.
“De ese porcentaje, podrías dividirlo a la mitad para crear un fondo de emergencias”, indica.
En este aspecto, abrir una cuenta de ahorro puede ayudarte a hacer rendir tu dinero.
Existen bancos con cuentas especiales para universitarios. Éstas pueden ofrecer diversos descuentos.
Establece un objetivo de ahorro
Tener una meta ayuda a ahorrar. Por ello, se sugiere establecer un objetivo y procurar evitar los gastos que te alejen de ésta.
Aunque en un principio no lo parezca, también es una buena idea contar con algún seguro que te respalde en situaciones de emergencia. Algunas universidades, como la UNAM, ofrecen uno de tipo médico a sus estudiantes, mientras que otras pueden tener alianzas para disminuir el costo del servicio.
Apuesta por el intercambio
Dejar a un lado prejuicios te puede ayudar a llevar mejores finanzas personales.
Intercambiar recursos, como libros y herramientas, en buen estado y que ya no ocupes puede representar un ahorro considerable.
Compartir el gasto de la gasolina con compañeros cuyos horarios o actividades sean similares a los tuyos también puede ayudarte a costear tus traslados en auto.
Sé creativo
En ocasiones, puede parecer que no se cuentan con los recursos para ahorrar. Sin embargo, pequeños cambios en los hábitos cotidianos pueden marcar una diferencia a largo plazo.
Optar por el uso medios de transporte económicos como el metro, la bicicleta, los patines o los vehículos de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), comer en casa o llevar comida preparada a la escuela y el trabajo, así como administrar correctamente el uso del celular y otros dispositivos electrónicos con el fin de disminuir las cuotas de electricidad son algunos ejemplos que pueden llevarse en el día a día.
Adicional a esto, puedes preguntar en tu universidad las alianzas que se tienen con establecimientos como restaurantes, laboratorios clínicos o librerías.
Fuentes
+ Conecta, sitio de noticias del Tec
+ Generación Anáhuac, revista de la Universidad Anáhuac México
+ Universia
Créditos: Abel Vázquez
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