1. Brócoli
Es recomendable consumirlo todos los días porque puede ‘apagar’ genes en proceso de cáncer.
Una alternativa más colorida para quiénes no son fan del brócoli es la cúrcuma, pues también elimina células cancerígenas que ya están en el cuerpo. Lo podemos consumir en polvo, té, pastilla, cortar trocitos de la raíz… el chiste es no perderse sus beneficios.
2. Alcachofa
Reduce los niveles de colesterol en sangre, controla el apetito y es diurética. Es importante consumirla como alimento y no en suplementos ni inyecciones que pueden ser contraproducentes para la salud.
3. Frutos rojos
Son buena fuente de antioxidantes, especialmente el capulín, que ayuda a desinflamar el cuerpo. Gracias a los antioxidantes de este grupo de alimentos se puede contrarrestar el envejecimiento celular.
4. Algas marinas comestibles
Son buena fuente de omega 3, incluso más que el salmón. Deshidratadas y esparcidas como toppings de recetas o chips para botanear, son buenas formas de introducirlas a la dieta.
5. Berenjena
Es rica en antioxidantes, contiene vitamina C, hierro y fitoquímicos, compuestos que benefician la salud cardiovascular.
6. Fermentos
Hay que consumirlos una vez a la semana y variar entre kimchi, kéfir, kombucha, etc., para contar con un abanico más amplio de bacterias benéficas para el intestino.
7. Betabel
Favorece la salud sanguínea debido a sus altos índices de hierro, aunque también provee fibra y nutrientes.
Recuerda las cinco características de una dieta correcta:
- Completa: cubre los requerimientos de calorías y macro nutrientes.
- Equilibrada: evita los excesos.
- Variada: incluye alimentos de los tres grupos, es decir, frutas, verduras, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal.
- Adecuada: no solo se enfoca en la parte física o fisiológica sino que también es acorde a creencias y estilo de vida.
- Inocua: que los alimentos consumidos no sean perjudiciales para la salud.
Texto: Viridiana Muñoz, con información de la nutrióloga María Eugenia Torres. Fotos: Banco de imágenes.