Mejorar el rendimiento académico es más sencillo de lo que parece.
Instituciones educativas, como la Universidad del Valle de México (UVM), la Universidad de Massachusetts Dartmouth, Oxford Royale y la Universidad de Stuttgart comparten consejos y estrategias que te ayudarán a subir tus calificaciones.
Aprende a tomar apuntes
Una de las mejores estrategias para asimilar y retener información es mediante el tomado de notas.
Tras escuchar activamente al docente o ponente, se debe determinar qué información es la más relevante, cuál la complementa y cuál es incidental. Posteriormente, se debe elegir el método de registro más apropiado y efectivo a cada individuo.
Resúmenes breves, puntos a modo de listado, esquemas y mapas conceptuales son opciones viables.
Recuerda llevarlas bajo un orden específico, que sean legibles y coherentes.
Participar en clase de forma continua e inteligente también permite mejorar los apuntes, pues permite aclarar dudas, mejorar el entendimiento sobre un tema e inclusive recibir una explicación alternativa por parte del interlocutor.
El acto de copiar o replicar la información sin antes procesarla no asegura haber comprendido el tema.
Si se es un individuo al que le cuesta alzar la voz frente a otros o se olvida rápidamente de lo pensado al ser el centro de atención, se sugiere escribir preguntas en un soporte y después leerlas en voz alta.
Pide ayuda
En algunos campos del conocimiento, una pequeña duda puede convertirse en un obstáculo para terminar de asimilar el resto de conceptos o principios.
Acudir con el docente a cargo o su adjunto en horas de consulta, así como con un compañero son alternativas sencillas que demuestran compromiso y pueden ayudar a solventar incógnitas.
Algunas personas también recurren a grupos de estudio, a recursos en línea o a tutores para reforzar sus conocimientos y aclarar dudas.
Saber cuándo pedir ayuda es necesario tanto en la vida académica como fuera de ella.
Trabaja en un espacio apropiado
No todos los lugares pueden ser áreas de trabajo.
Busca un espacio libre de distracciones o en el que puedas limitarlas.
Las bibliotecas universitarias, por ejemplo, cuentan con áreas de silencio y otras para trabajo colaborativo, lo que permite elegir el indicado de acuerdo con el estado de ánimo y el tipo de actividad a realizar.
En casa, procura que sea cómodo, cuente con los recursos y herramientas necesarias y te permita mantener tu atención por periodos prolongados.
Organízate y disciplínate
Los horarios y organizadores parecen objetos obsoletos hasta que se aprende a usarlos.
Tener una gestión eficiente del tiempo y llevar un control tanto de las asignaciones pendientes y concluidas como de las fechas de entrega te ayudará a determinar prioridades y tener presente tus avances.
La disciplina, por otro lado, ayudará a potencializar las horas de estudio y trabajo en favor de tus metas.
También ayuda a disminuir la procrastinación y enseña a respetar horarios, ya sean académicos, laborales o personales.
Redacta un listado con los avances del día esperados y esfuérzate por cumplirlos todos.
Adopta hábitos saludables
Dormir lo suficiente, alimentarse balanceadamente y realizar actividad física de forma recurrente son tres recomendaciones ampliamente difundidas y repetidas por una razón: funcionan.
Desvelarse, ingerir alimentos chatarra crónicamente y llevar una vida sedentaria pueden tener repercusiones negativas en tu desempeño, pues disminuyen el rendimiento cognitivo y dificultan la concentración.
Incorpora nuevos métodos de aprendizaje
La innovación también tiene cabida en el ámbito educativo.
Mantén la mente abierta a nuevas estrategias o métodos de aprendizaje que puedan facilitar tu paso por la escuela.
Crear tarjetas de memoria, fingir que se está explicando un tema, grabar sesiones y reproducirlas posteriormente y elaborar mapas mentales u otras representaciones gráficas de lo visto son formas de aprendizaje bastante efectivas.
No olvides también investigar y aprovechar los recursos didácticos virtuales o físicos ofrecidos por tu universidad.
Mantente positivo
El anhelo de buscar mejores calificaciones puede estar motivado por una mala racha en la escuela o por el deseo de concretar una meta.
Sea cual sea el caso, es necesario tener una mentalidad positiva para mantener la motivación y trabajar en búsqueda de un cambio.
Si los pensamientos negativos predominan, es probable caer en la resignación y disminuir el esfuerzo.