BERLINER WEISSE
Se caracteriza por su sabor ácido, proveniente de las bacterias del ácido láctico que se agregan durante la fermentación.
El alto grado de carbonatación da la típica percepción de frescura, al grado de que los alemanes la describen como “la cerveza más refrescante del mundo”.
Su nivel etílico es muy bajo, no supera los 3.8 grados. Puede no tener amagor (si a caso llega a los ocho unidades) pero encuentra su balance con la acidez. Casi siempre se cocina con adjuntos de frutas o especias.
Tiene origen en Alemania. Tal como delata el nombre, proviene de Berlín y da pistas de su apariencia pálida (blanco es la traducción de weisse en alemán). En la capital germana se acompaña con shots de jarabes a base de azúcar, como el himbeer con sabor a frambuesa, que ayudan a contrarrestar la acidez emblemática de este tipo de cervezas.
Es parte de la familia de las European Sour Ales, que encasilla a otras chelas como la Flanders Red Ale, Oud Bruin, Gose y Lambic.
GOSE
Se caracteriza por su sabor salado y por tener una acidez que recuerda a los lácteos fermentados.
Debe nombre al río homónimo que atraviesa el poblado de Goslar, en Alemania, donde surgió en la Edad Media. El alto contenido de sales de dicho caudal son responsables de su perfil salino, aunque en la actualidad se le añade sal a la receta que se recrea en otras partes del mundo.
Además del toque salado, es común encontrarla de carácter floral y cítrica, gracias a que muchos cerveceros las están haciendo con frutos como guayaba, mango y pitaya.
En la actualidad está teniendo su segundo aire, y pertenece a la categoría de cervezas históricas, la cual contempla estilos desaparecidos o que fueron populares en el pasado y que hoy se conocen por recreaciones.
LAGER LIGERAS
Se caracterizan por estar muy carbonatadas, tener un cuerpo ligero y ser muy suaves al paladar. Son cervezas muy refrescantes por lo que están diseñadas para tomarse bien frías.
Es súper complicado hacerlas porque no se trata de diluir con agua, sino que se tiene que estructurar una receta de bajo nivel alcohólico pero con todo el aroma y sabor típico de la cerveza. El proceso de elaboración es clave, pues se deja que las levaduras consuman cadenas cortas de azúcares para obtener cervezas secas, con menos azúcares residuales, calorías y carbohidratos.
Su historia se remonta a los años 40, cuando la Cervecería Coors empezó a experimentar con sus recetas con el fin de crear una cerveza baja en calorías, y con la pandemia tuvieron su repunte en los últimos meses.
NEIPA
Gracias a que no se clarifica, luce su típica apariencia turbia. Es rica en aromas, sabores y buena dosis de amargor pero sin llegar a saturar el paladar. Tienden a ser muy jugosas, de mucho cuerpo y sabor frutal, como durazno, piña, chabacano y maracuyá.
Es una cerveza hecha con trigo, cebada y avena, que se caracteriza por tener mucho aroma del dry hopping, o sea, el proceso mediante el cual se añaden lúpulos secos a la cerveza en su estado de maduración, usualmente más de los que ya tiene. Sin embargo, no es tan amarga como una IPA tradicional.
El nombre completo de este estilo es England India Pale Ale, y hace referencia a su origen: Nueva Inglaterra, EU.
Es un estilo que nace en la costa Este, y por tanto emplea variedades de lúpulo americano y también de las nuevas variedades cultivadas en Oceanía.
CON FRUTA
Aunque no está casada con un estilo en particular, sí figura como una categoría de la Guía de Estilos de la BJCP.
No importa si son cervezas de la familia Ale (alta fermentación) o Lager (baja fermentación), lo importante es que los frutos seleccionados como adjuntos hagan match con el cocimiento y no lo eclipsen.
Los frutos rojos tiene su auge, pero mango, uvas, plátano, piñas… cualquier fruto puede integrarse en una receta de fruit beer, siempre y cuando su origen sea orgánico.
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Información: Viridiana Muñoz.