El nivel de los ríos en Rusia y Kazajistán siguió subiendo e inundando localidades enteras este miércoles, obligando a evacuar a más de 100 mil personas en las últimas dos semanas en ambos países, donde las autoridades advierten que la situación podría empeorar.

El Gobierno ruso ha declarado una emergencia federal. Aunque la televisora estatal suele emitir imágenes del Presidente, Vladimir Putin, reuniéndose con funcionarios y viajando por todo el país, el Kremlin dijo que todavía no tenía previsto visitar a la zona afectada.


El nivel de agua del río en la ciudad de Oremburgo superaba los 10 metros el miércoles, según la agencia estatal de noticias Ria Novosti, que citó al Gobernador regional. Imágenes difundidas por medios rusos mostraban carreteras cubiertas de agua, campos anegados y viviendas parcialmente sumergidas.

El agua se acercaba a edificios altos, indicó Ria Novosti, y durante la noche se habían inundado más de 300 casas, según la agencia estatal de noticias Tass.

“La situación es muy, muy tensa”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “El agua sigue subiendo. Grandes (cantidades de) agua están llegando a nuevas regiones”.

Según las previsiones de los expertos, el agua, que ha subido 81 centímetros en las últimas 24 horas, seguirá haciéndolo otros “30 a 70 cm”.

Las autoridades reiteraron su llamamiento a las personas que viven en la zona inundada, “para que abandonen sus hogares de forma urgente”.

También se espera que empeoren las inundaciones en la ciudad de Kurgan, al oeste de Siberia, donde el río Tobol también se desbordó.

Los servicios de emergencia locales publicaron imágenes de residentes y trabajadores colocando sacos de arena en las orillas del río mientras sonaban sirenas en toda la ciudad.

Varias personas en la ciudad de Orsk se congregaron el lunes en una inusual protesta y reclamaron compensaciones por los daños en sus viviendas. Las protestas son poco comunes en Rusia, donde las autoridades han reprimido de forma recurrente cualquier forma de disidencia desde la invasión en Ucrania ordenada por Putin.

Cientos de personas se reunieron ante un edificio oficial en Orsk el lunes y corearon “¡Putin, ayúdanos!” y “¡Vergüenza!”, según videos publicados en medios rusos.

Otros videos en redes sociales mostraban a rusos enojados que se negaban a abandonar las zonas cerca de sus hogares porque decían que había personas utilizando botes para saquear las casas abandonadas.

Se estima que el daño total en la región ronda los 21 mil millones de rublos, unos 227 millones de dólares.

Aunque no se ha establecido ninguna relación con el cambio climático, los científicos creen que el calentamiento global favorece fenómenos meteorológicos extremos como las lluvias torrenciales que causan inundaciones.