CÓMO RESISTIR...

el calor extremo

¡CUIDADO!

Las altas temperaturas pueden ser especialmente riesgosas para las personas más vulnerables, como los adultos mayores, los niños y quienes tienen alguna condición especial de salud.

  • Algunas de las afecciones más comunes derivadas del calor extremo son:

Deshidratación

  • Puede llegar a ser grave por la pérdida de agua y líquidos que el organismo requiere para realizar sus funciones; en olas de calor es común deshidratarse por la sudoración en exceso y la baja ingesta de agua.

Golpe de calor

La exposición al calor extremo puede llevar a un desajuste del organismo, que tiene sus mecanismos para regular la temperatura corporal, uno de ellos es la sudoración; pero si la temperatura se eleva, el cuerpo entra en crisis y puede haber mareos, desvanecimiento o desmayo.

Problemas cardiovasculares

  • Derivado del golpe de calor, explica el médico Juan Pablo García, académico de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, puede aumentar el ritmo cardiaco. “El individuo va a tener la sensación de que está latiendo muy fuerte y rápido su corazón. El sistema respiratorio establece una acción compensatoria ya que trata de liberar el calor por medio de incrementar la frecuencia con que respiramos. Un golpe de calor puede ocasionar daño renal y cardiovascular”.

Infecciones intestinales

  • El calor extremo provoca que los alimentos tengan un proceso de descomposición más acelerado; además, la contaminación por bacterias es más común y puede llevar al desarrollo de una infección intestinal, caracterizada por dolor abdominal, fiebre, diarrea y vómito.

Y PARA PREVENIR...

Ante el clima extremo y las altas temperaturas puedes prevenir algún cuadro riesgoso con las siguientes medidas:

Mantente hidratado

Para contrarrestar el calor extremo, ingiere agua constantemente y no pases periodos prolongados sin tomar líquidos; evita bebidas que te deshidratan, como el alcohol.

  • Y para los peques, aquí una guía de la cantidad de agua que se recomienda tomen al día: 

Evita exponerte al sol en las horas más calurosas del día

Procura no realizar actividades en las horas de mayor calor, entre las 10:00 y las 16:00 horas; si practicas ejercicio, muy temprano o al caer la tarde puede ser mejor idea.

Usa ropa ligera y holgada

Procura que sea de fibras naturales, que permiten que el cuerpo transpire y equilibre la temperatura. Las prendas holgadas ayudan a que el aire circule mejor por tu cuerpo, lo que da frescura y combate la sensación de calor.

 

Emplea protector solar

Los rayos solares dañan las capas de la piel, por ello es básico el uso de protectores y filtros solares aún en los días nublados; evita exponerte al sol de las 10:00 a las 16:00 horas, cuando los rayos UV son más fuertes; también procura mantenerte fuera del alcance de superficies que reflejen la luz, como el agua, el concreto o áreas pintadas de blanco.

Cuida a las personas más vulnerables

Evita que adultos mayores, niños y personas con alguna condición de salud especial se expongan a altas temperaturas; procura que tengan una adecuada hidratación.

 

Presta atención a los síntomas de los problemas relacionados con el calor

Sensación de mareo, falta de aire o sofoco pueden ser señal de deshidratación; diarrea, fiebre, vómito son señales de infección intestinal. Ante cualquier síntoma, acude al médico.

Desinfecta los alimentos

Recuerda que con el calor los alimentos se descomponen más rápido, evita pescados o mariscos crudos, comer en sitios callejeros, y en casa, lava y desinfecta frutas y verduras.

Infórmate sobre alertas de olas de calor

Planea tus actividades y no te expongas a las altas temperaturas; si puedes permanecer en casa, procura mantener ventilados los espacios y no olvides hidratarte constantemente.

FUENTES: Gaceta UNAM / www.medlineplus.gov

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