Mitzy Ilhuicatzi y Raquel Spínola Moro

Cuando una prenda está en desuso, desgastada o rota, su destino no es llegar al vertedero. Repararla, remendarla o transformarla en una nueva pieza permite que continúe siendo parte de la historia de quien la viste, platica la diseñadora textil Mitzy Ilhuicatzi.

“Rescatarlos es valorar toda la esencia impregnada en el objeto tras una vida útil y agregarle un poco de la nuestra para que la amalgama de emociones que contiene siga creciendo”, considera la fundadora de Mitzuky, marca de ropa hecha a mano.

Ilhuicatzi imparte talleres de “upcycling” textil, es decir, crear nuevos artículos a partir de prendas y objetos en desuso. Con pantalones de mezclilla, ejemplifica, se pueden elaborar bolsos; con mamelucos de bebé, osos de peluche, y con residuos electrónicos hasta piezas de joyería.

A decir de Raquel Spínola, también tallerista de reparación y transformación de textiles, el resultado no necesariamente es un artículo parchado o con zurcidos visibles, pues las intervenciones pueden ser discretas.

Cuidar y alargar la vida de la ropa, agrega, muestra conciencia ecológica porque aminora la generación de residuos. Un reporte de la Fundación Ellen MacArthur apunta que, en promedio, el equivalente a un camión de basura lleno de textiles acaba en tiraderos o incinerado cada segundo.

“Decir ‘no tengo necesidad de estar constantemente consumiendo ni comprando y me dedico a que mis prendas me duren, las creo o confecciono yo’ es ir un poco en contra de estas dinámicas consumistas”, sostiene Spínola, técnica de vestuario escénico.
Si bien impulsa el reciclaje, considera que es complementario a una solución integral. Idealmente, explica, comprendería la responsabilidad de los productores de manufacturar prendas con materiales fáciles de degradar.

Ambas animan a sus estudiantes y al público general a invertir en ropa duradera, seguir las instrucciones de lavado y aprender a realizar composturas sencillas. Si desean profundizar en estas técnicas, recomiendan continuar con técnicas más avanzadas, como bordado, tejido con agujas y uso de parches.

Un segundo aire

Ambas especialistas comparten ideas de “upcycling” textil:

▪️ Juntar a más personas para crear un banco de prendas en desuso.
▪️ Unir parches de distintas piezas para crear una nueva (“patchworking”).
▪️ Recurrir a técnicas de tejido, como crochet y macramé, para decorados.
▪️ Desmontar y dar vuelta a los artículos para experimentar.

Impacto ambiental

El sector de la moda se considera responsable de entre el 2 y el 8 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Información: Tonatiúh Rubín
Edición: Ana Gabriela Rezc
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