A fin de rendir homenaje a la cocina prehispánica del País, miembros de la Academia Mexicana de Gastronomía (AMG) se reunieron para disfrutar diversos platillos en los que los insectos fueron el ingrediente principal.
“Hicimos una recopilación de algunos de los animales que se siguen consumiendo hoy en día alrededor de la República y los fusionamos con los que anteriormente se cazaban para la supervivencia de las civilizaciones antiguas”, explicó Gabriel Cárdenas, empresario y presidente de Academia Mexicana de Gastronomía (AMG).
Bajo la temática “Insectos, plumas y caza”, a los asistentes se les presentó cada alimento que conformó el menú para que no sólo pudieran degustarlo, sino también conocer más sobre el proceso de elaboración que hay detrás.
De entrada, hubo sopes de escamoles al epazote; de primer tiempo, tacos de chapulines con sal de gusano; después, sirvieron sopa de conejo y profiteroles; luego, codorniz rellena de hongos confitados en su jugo y, para terminar, el postre fue una bavaresa de almendra y mango.
“Es un banquete muy interesante que atiende a las tendencias del futuro. Para muchos, es un alimento que se considera milenario porque estamos acostumbrados a consumirlo desde nuestros orígenes”, comentó Paty Kelly.
Es elemental la difusión de este tipo de eventos porque hay que salvaguardar esa parte de la gastronomía mexicana”.
Durante el encuentro, el chef Eduardo Plascencia impartió una plática sobre la importancia de los invertebrados y los animales de caza en la historia de México y, tras finalizar su intervención, se le otorgó un reconocimiento por su destacada labor al lado de la Academia Mexicana de Gastronomía (AMG).
“Nuestro maestro cocinero cuenta con un acervo cultural muy vasto sobre la importancia de la cacería en las culturas prehispánicas y sobre cómo es que cada una de ellas integraba diferentes especies en su dieta”, agregó Gabriel.
Los invitados aplaudieron el esfuerzo por hacer presente este tipo de elementos en la cocina mexicana, ya que, además, dota de múltiples beneficios a la salud.
Es importante recordar esta época prehispánica para reconocer todas las propiedades que nos aportan estos animalitos, pues dan mucha energía, vitaminas y proteína”.
+ Los escamoles, chapulines y gusanos, así como el conejo y codorniz, protagonizaron los platillos que conformaron el menú.
