Blanco, untuoso, acidito y siempre un buen acompañante, el jocoque es un producto fermentado que se ha vuelto muy popular en todas las cocinas del País porque es práctico, sabroso y, además, nutritivo. Es básicamente una leche dejada reposar por unos días en un lugar tibio en un recipiente, generalmente de barro, bien tapado.

En algunos lugares lo conocen simplemente como queso fresco, y se produce en Sinaloa, Jalisco, Oaxaca, Michoacán y el centro de la República.

Está muy presente como botana, con chile y especias; con cebolla, para acompañar con tostadas o totopos de maíz, así como diferentes verduras, como zanahorias y pepinos. O bien, con un buen pan árabe. Pero también puede comerse como postre, acompañado con miel y pasas.

Y aunque hay muchos sitios para comerlo, te brindamos aquí algunas opciones atractivas, donde la calidad y el gusto se impone. ¡Provecho!

Mojama Oyster Bar

Este restaurante fusiona sabores del mar y mediterráneos con un toque de inspiración libanesa. En su creativo y original menú, el jocoque es uno de los platillos que abre la conversación para degustar lo que promete ser una comida memorable.

En las entradas, encontramos jocoque preparado al estilo mediterráneo o griego. En la sección de tostadas, el jocoque juega un papel cohesivo para equilibrar los sabores. En la tostada de erizo, por ejemplo, es ideal para crear una armonía entre el sabor fuerte de este equinodermo y la cremosidad y acidez del jocoque preparado. En el caso de la tostada de jocoque y anchoas, este juega el papel protagónico en el equilibrio del perfil salado de este pez.

Finalmente, la tostada de soft-shell crab es una de las propuestas más complejas, porque aquí la dinámica se rige por las texturas, entre el sutil crujiente del soft-shell y la sensación cremosa del jocoque.

Aleph San Ángel, Insurgentes Sur 2475, San Ángel
IG: @mojama_oysterbar

Gruta Ehden

Este restaurante libanés se antoja como uno de los más clásicos y consistentes de dicha gastronomía, tanto así que se autodescribe como “La mejor comida libanesa desde 1930”, y son muchas generaciones de comensales las que coinciden con dicha afirmación. Con este antecedente, es el jocoque uno de los platillos que, a través de todos los tiempos del menú, ha sido un hilo conductor en esta conversación culinaria.

Son tantas las preparaciones y propuestas a lo largo de la carta que será cuestión de regresar para probar todas. En las entradas encontramos el jocoque seco, preparado con zaatar o con aceitunas: para las ensaladas, una clásica es la de pepino con jocoque y especias; para algo menos común, Shisbarak es la sopa de jocoque y sombreritos de masa con carne; y en las especialidades, el Fate consiste en una preparación de cabeza de carnero con especias, jocoque, pan y piñones.

Para los comensales que desde temprano se quieran sorprender, también el menú de desayunos integra al jocoque como parte de los platillos de mañana: jocoque con fruta, cereal con jocoque o un par de huevos en cazuela con jocoque.

Lope de Vega 334, Polanco
IG: @restaurant_grutaehden

Merkavá

Para cerrar con broche de oro, aquellos interesados en probar una versión diferente del jocoque deben ir a Merkavá, el primer restaurante especializado en cocina de Jerusalem en México. Ahí se puede encontrar en el menú la opción de “Labneh”, un lácteo fermentado con leche de oveja, cabra o vaca con una textura muy parecida a la del yogur, muy popular en las cocinas de Medio Oriente.

El jocoque que comúnmente se oferta en el país es una preparación mexicana que se inspiró completamente en el “Labneh”.

Se recomienda pedir los salatim, una variedad de guarniciones que por lo general se sirven al centro de la mesa para compartir y disfrutar de diversos sabores que transportan al paladar a los sabores de Israel y la gastronomía de la región. En esta muestra de pequeñas guarniciones, no puede faltar el “Labneh” y el pan pita recién salido del horno.

Ámsterdam 53, Hipódromo, Cuauhtémoc
IG: merkava_mx

¿CON QUÉ OTROS NOMBRES SE CONOCE?

🔹Jocoquí
🔹Queso fresco
🔹Cuajada
🔹Labneh

BENEFICIOS DEL JOCOQUE

Es rico en proteínas, fibra, antioxidantes y calcio. Puede aliviar los síntomas del intestino irritable y previene la colitis. Posee una cantidad significativa de vitaminas del complejo B, es bajo en grasa, sodio y carbohidratos y es ideal para aquellos intolerantes a la lactosa.

Información: Fernando Toledo
Fotos: Canva y redes sociales de cada restaurante.
Edición y diseño: Rodolfo G. Zubieta
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