¿Sabes cómo hacen las empresas para compensar sus emisiones de CO2 al ambiente?

Te contamos sobre los créditos de carbono y su función.

Los créditos de carbono son un instrumento internacional que permite a empresas y países compensar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) o gases de efecto invernadero (GEI) más difíciles de eliminar al invertir en proyectos que mitiguen las emisiones, como la captura de CO2 o la reforestación.

Son una herramienta utilizada en los mercados de carbono (ya sean regulados o voluntarios), donde los créditos se compran y venden como parte de los esfuerzos para mitigar el cambio climático.

¿Para qué sirven?

Las empresas buscan compensar sus propias emisiones de GEI con el fin de alcanzar la neutralidad de carbono, así como incentivar la reducción de emisiones a través de inversión en tecnología y prácticas que reduzcan las huellas de carbono.

Muchos proyectos generados mediante los créditos de carbono promueven el desarrollo sostenible de las comunidades, así como la generación de empleo.

Algunos ejemplos de estos créditos son el Proyecto REDD+ de reforestación en la Amazonía; la reforestación en el África subsahariana; los proyectos solares y eólicos en China e India; las mejoras en la eficiencia energética en edificios en Europa; la captura de metano en vertederos en América Latina, por mencionar algunos.

Acceso al crédito

Obtener un crédito de carbono implica un proceso estructurado.

Primero debe identificarse un proyecto que tenga potencial de reducir, evitar o capturar emisiones de GEI, el cual puede ser de energía renovable, eficiencia energética, reforestación y conservación de bosques, o almacenamiento de carbono y gestión de residuos.

Posteriormente, se debe presentar un plan detallado que especifique cómo se logrará la reducción de emisiones.

Además, el proyecto debe ser validado por entidades independientes acreditadas como Gold Standard, Verified Carbon Standard (VCS), Climate Action Reserve (CAR) o la American Carbon Registry (ACR).

Estos organismos aseguran que los proyectos de créditos de carbono sean reales, adicionales, verificables, permanentes y únicos.

Una vez que obtenga la validación, el proyecto debe ser registrado en una base de datos oficial que le permita ser reconocido y listo para generar créditos de carbono.

El proyecto será monitoreado continuamente para asegurarse de que está logrando sus objetivos y deberá ser verificado a través de auditorías periódicas.

Una vez que las reducciones de emisiones han sido verificadas, se emiten los créditos de carbono correspondientes. Estos créditos se registran en una base de datos y pueden ser comprados, vendidos o utilizados para compensar emisiones.

Finalmente, los créditos pueden ser comercializados en los mercados de carbono.

¿Quién vende los créditos de carbono?

Desarrolladores de proyectos: Estos son las organizaciones o empresas que diseñan, implementan y gestionan proyectos de reducción de emisiones.

Agencias gubernamentales: En algunos casos, los gobiernos nacionales o regionales desarrollan y administran proyectos que generan créditos de carbono.

Empresas privadas: Muchas empresas invierten en proyectos de reducción de emisiones, ya sea como parte de sus iniciativas de responsabilidad social corporativa o como una estrategia para cumplir con las regulaciones ambientales.

Organizaciones no gubernamentales (ONGs): Algunas ONGs desarrollan y gestionan proyectos de reducción de emisiones, a menudo con un enfoque en los beneficios sociales y ambientales adicionales.

Plataformas y mercados de carbono: Existen plataformas especializadas y mercados donde los créditos de carbono son comprados y vendidos. Ejemplos de estas plataformas incluyen el Mercado Voluntario de Carbono, el Intercontinental Exchange (ICE) y el Climate Action Reserve.

¿Qué empresas los adquieren?

Las tecnológicas Google, Microsoft, Amazon y Apple adquieren los créditos para compensar sus emisiones y alcanzar la neutralidad de carbono.

Las petroleras Shell y British Petroleum (BP) utilizan estos créditos como parte de su estrategia para reducir su huella de carbono.

La aerolínea Delta Air Lines ha comprado créditos de carbono para compensar las emisiones de sus vuelos.

Diferencia con créditos de biodiversidad

La diferencia principal entre un crédito de carbono y un crédito de biodiversidad radica en su propósito y el tipo de beneficios ambientales que buscan promover.

El de carbono busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, específicamente el dióxido de carbono (CO2), mientras que los de biodiversidad están destinados a conservar y restaurar la biodiversidad.

Su objetivo es preservar la variedad de especies, ecosistemas y la genética dentro de una región.

Derechos Reservados
Fuentes: Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA); Banco Mundial: “Carbon Finance”; Environmental Defense Fund; Natural Resources Defense Council; “A Guide to Carbon Offsetting for Business” – Carbon Trust, UEF.
2024