Diseño y lo demás

El diseño importa en tecnología. No por nada fue el eje de Steve Jobs al fabricar el iPod, iPhone y el iPad, tal como se lee en su biografía, escrita por Walter Isaacson. 

La influencia de Jobs provino de los movimientos artísticos Bauhaus, originado en Alemania en 1920, y el Minimalismo, nacido en Nueva York en 1960, según la enciclopedia digital Britannica.

Aunque con diferencias, ambos estilos priorizan la simplicidad, sencillez y utilidad. Ludwig Mies, arquitecto que se identificó con ambos movimientos, definió esta filosofía mejor que nadie: menos es más.

Jobs mostró la importancia que tiene el diseño en la industria tecnológica y otros siguieron su ejemplo. No obstante, algunas compañías como Sonos forjaron su camino a la par de Apple.

Tres años antes de la salida del iPhone (2007), cuatro jóvenes: John MacFarlane, Tom Cullen, Trung Mai y Craig Shelburne lanzaron el primer sistema de sonido WiFi del planeta, fiel en diseño al estilo de la escuela de Bauhaus, el ZP100.

Sonos, el nombre de su empresa, captó menos atención que Apple, pero fijó las bases de las bocinas inteligentes y vislumbró el panorama del streaming musical. ZP100 era de mediano tamaño, en color blanco y gris, con apenas botones.

Su control mantenía una estética similar, con una interfaz de opciones limitadas para no confundir a las personas, pero lo más importante fue la flexibilidad del software. Sonos se aseguró de que este pudiera actualizarse con regularidad.

Eso le permitió la vinculación al iPhone años más tarde mediante una app in-house que lanzaron en Apple Store.

“La forma correcta de diseñar es desde el interior hacia el exterior. No se diseña una arquitectura técnica y luego se trabaja en que luzca linda. Se comienza con el cliente”, aseguró Mieko Kusano, diseñadora industrial del proyecto y ex empleada de Sonos.

Hoy, a más de 19 años de su primer lanzamiento, Sonos es una empresa pública que cotiza en Bolsa con un sello e identidad propia. Ahora, este mismo espíritu simple lo insufló en los nuevos Sonos Ace, sus primeros audífonos inalámbricos.

Sonos Ace reproduce la filosofía Bauhaus de la marca al ofrecer un producto con pocos botones y sin adornos. Para conocer de cerca al producto, Grupo REFORMA viajó a Nueva York, cuna del Minimalismo, donde se presentaron de manera oficial los audífonos.

El evento se realizó en Bathouse Studios, ubicado al sur de Manhattan, un lugar amplio, pero con pocos muebles y sin decoraciones llamativas.

Dana Krieger, vicepresidente de diseño de hardware de Sonos, explicó en entrevista que la empresa se centra en hacer cosas para el hogar y que sus productos apuestan más por un sentido arquitectónico que tecnológico.

“Estamos aplicando esa misma idea a los auriculares. Son un poco más para lucir, un poco menos tecnológicos”, reveló Krieger.

Entonces, ¿cómo competirán contra Apple, Bose y Sony?, inquirió este reportero.

“Bueno, parte de nuestra confianza proviene de los muchos clientes que nos preguntaron cuándo fabricaríamos este producto; algo de lo que ofrecemos como marca hizo que esas personas quisieran unos auriculares nuestros.

“Lo que acabas de escuchar abajo (pruebas de sonido), es nuestra arma secreta. Sonos Ace tiene un audio excelente y duración atractiva de batería. Tendremos éxito en las características principales que importan.

“Desde la perspectiva del diseño industrial, ofrecemos un producto más humano, que no abarca toda tu cabeza como hacen otrosdispositivos”.

Para aligerar su peso, Krieger admitió que el equipo está construido principalmente en plástico, 17 por ciento virgen, y acero inoxidable en las bandas ajustables.

¿Por qué usar plástico? ¿Qué pasa con el impacto ambiental?, siguieron las preguntas.

Antes de elegir los materiales, explicó Krieger, Sonos hace un inventario y análisis del ciclo de vida de todas las piezas, procesos, cálculos de los costos de tránsito y el consumo de energía.

“Entonces, cuando elegimos un plástico reciclado en lugar de una bioresina, por ejemplo, lo hacemos porque pensamos en investigar el impacto total, no solo en utilizar un material reciclado porque suena más responsable.

“Hemos evitado el metal para la mayor parte de este producto para que la transmisión Bluetooth sea lo más fuerte posible. Nuestro alcance es amplio en serio, lo hemos probado”.

Para Krieger, un buen producto no tiene que ver con el estilo o las tendencias, sino de entender a los clientes y encontrar algo auténtico que aporte al uso de este, comentario acorde con lo expresado por Kusano.

“Es nuestra primera incursión en el wearable, por lo que es realmente emocionante evolucionar algunas de nuestras ideas, aplicar nuestros principios a un nuevo espacio. Creemos que lanzamos algo realmente convincente y realmente auténtico para el mercado”, concluyó Krieger.

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