EDIFICIO MARACÁN

El frente de los pisos superiores del edificio ubicado en la Avenida Juárez y Allende está plagado de pintas.

En el techo de la construcción, que lideró el ingeniero Aníbal Treviño de 1955 a 1959, crecen a simple vista cuatro árboles.

“La vegetación parásita es muy dañina, porque las raíces crecen hacia abajo lo mismo que crece el árbol hacia arriba”, dice Sánchez- “Las raíces se meten en el material y lo hace susceptible a la humedad”.

Ortiz agrega: “Eso permite que, al meterse el agua, el concreto se calcifique, el acero se empiece a corroer y la losa, eventualmente, tronará”.

La restauradora observa que la varilla de dicha losa está expuesta y advierte que es el principio de un daño estructural.

“La fachada sur tenía unos parasoles muy bonitos que han ido desapareciendo poco a poco”, indica el arquitecto. “Hay dos o tres parasoles destruidos”.

-¿Cómo podría ser utilizado en la actualidad?
Edificio de departamentos aprovechando su cercanía con Colegio Civil, la Basílica del Roble y el corredor de Morelos.

APARTAMENTOS ZAMBRANO

Todavía a finales del siglo 20 era un edificio habitacional, con departamentos, si bien su construcción data de los años 40.
 
El arquitecto Marcelo Zambrano y el ingeniero Armando Ravizé fueron los autores del proyecto, que está ubicado en las calles Martín de Zavala e Hidalgo, frente a la librería Gandhi.
 
El primer piso fue una agencia de autos y aviones; además tenía un taller mecánico en la parte trasera.
 
La fachada tiene unos cuantos grafitis y la planta baja está sellada y pintada en gris.
 
En su techo sucede lo mismo que al Maracán, pues se alcanzan a observar árboles.
 
De acuerdo con Ortiz, el edificio fue adquirido por un particular en fechas recientes, aunque no se ha definido su giro.
 
¿Cómo podría ser utilizado en la actualidad?
El arquitecto sugiere un edificio adosado con un comercio en la parte inferior de corte cultural o librero.

EDIFICIO GYRO

La antigua fábrica de camisas Gyro está a unos pasos de la Casa de la Cultura de Nuevo León y del Edificio Lolyta.
 
Ubicada en Emilio Carranza y Reforma, este icónico recinto aún presume las letras de diseño Streamline que anuncian el giro de aquel desaparecido comercio.
 
“Se ve que ambos edificios (Gyro y Lolyta) están en unas condiciones de cuidado muy similares a La Victoria. Sólo existen desprendimientos de cornisas y hay que limpiar el ladrillo”, comenta el arquitecto.
 
“El interior, al ser área industrial, te permite una gran flexibilidad a diferencia de un edificio virreinal, que no hay manera de moverle”.
 
En un edificio industrial, considera, hay manera de hacer muchas cosas.
 
La edificación fue liderada por el ingeniero Miguel Osuña Treviño de 1956 a 1957.
 
“Los letreros son un tema porque son integrales de la fachada y entonces el que viene a rentar o comprar (el espacio) pues no quiere que exista el letrero”.
 
¿Cómo podría ser utilizado en la actualidad?
La construcción, indica Ortiz, podría estar dirigida a actividades culturales o artísticas.
 
También el inmueble puede servir para vivienda o comercio.

CINE LÍRICO

Este viejo teatro y más tarde también cine en Calzada Madero, entre Juárez y Colegio Civil, fue construido en 1922 y remodelado en plena Segunda Guerra Mundial por el ingeniero Arturo Olivero Cedeño.
 
Donde alguna vez estuvieron marquesinas, póster y escaparates, hay decenas de bloques
 
que sellan el sitio.
“Está sellado por los migrantes e indigentes que solían meterse, que era lo que pasaba con La Victoria, que por cualquier parte que encontraran ingresaban”, dice Sánchez.
 
“Se alcanza a ver que los bloques de concreto originales están más chiquitos que los más nuevos”.
 
La restauradora apunta que el estilo arquitectónico es Academicista tardío, que retoma elementos clásicos de las culturas griegas y romanas.
 
“Tiene un pastiche de columnas clásicas, simetría, altura y molduras más académicas que Streamline modernas.
 
“Si te fijas las molduras no son cuadradas, sino con muchos relieves, pero es muy sobria”.
 
La construcción, comparte, necesita recubrimiento y pintura, y que es probable que haya una oxidación y exposición de varillas. Otros males visibles son pintas y la falta de vidrios en los ventanales.
 
¿Cómo podría ser utilizado en la actualidad?
Para giro comercial, cultural, habitacional o contemplar un área comunitaria.

CINE MONTERREY

Es uno de los edificios de la Ciudad más dañados por el tiempo, por lo que los miembros del Taller CO2 señalan que habitarlo es peligroso.

El antiguo Cine Monterrey, entre José Marroquín y Aramberri, frente a La Alameda, alberga puesteros desde 2011.

En la actualidad sólo quedan esbozos de aquella arquitectura Streamline realizado por el arquitecto Lisandro Peña Jr. y el ingeniero Arturo Olivero Cedeño, inaugurado en 1947.

Lo más característico de aquel estilo es su letrero en vertical y la parte superior de la fachada delantera.

La fachada trasera del cine fue parcialmente demolida en 2004 y varias de sus ventanas están rotas. Ahora es un mercado en el que se vende ropa, calzado y comida.

“Cuando lo empezaron a demoler desde atrás hacia adelante llegó el INAH y los paró”, dice Sánchez. “La estructura que existe es el primer balcón, la gayola”.

La restauradora menciona que las columnas al interior fueron cortadas. También hay varillas expuestas.

¿Cómo podría ser utilizado en la actualidad?
Continuar con su uso actual, sugieren, pero remodelado y seguro para los comerciantes y visitantes.