Esta semana, una serie de protestas provocaron la dimisión y huida de la Primera Ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, así como la instauración como Jefe de Gobierno provisional de un nobel de la paz.
Lo que comenzó como manifestaciones estudiantiles pacíficas evolucionó hasta pasar a la historia del país, marcando el final de un gobierno cada vez más autocrático que estuvo al poder 15 años.
Aquí te damos cinco razones por las que este movimiento marcó un hito histórico en Bangladesh:
Todo comenzó con protestas estudiantiles
Los estudiantes de la Universidad de Dacca, la principal institución del país, comenzaron las manifestaciones el 1 de julio, que luego se extendieron a otras universidades de élite y luego al público en general. Las protestas se tornaron violentas cuando algunos miembros del ala estudiantil del partido gobernante, la Liga Awami, comenzaron a atacar a los manifestantes.
Además de enviar a la policía y a los paramilitares a las calles, el gobierno cerró escuelas y universidades. Las autoridades dijeron que redujeron la velocidad de la conexión a Internet para detener la propagación de rumores y proteger a los ciudadanos, lo que dificultó a los manifestantes organizarse y hacer planes a través de las plataformas de redes sociales.
Las protestas se centraron inicialmente en los codiciados puestos gubernamentales y en quiénes tienen derecho a ellos. Un antiguo sistema de cuotas, restablecido recientemente por los tribunales, reserva más de la mitad de esos puestos a diversos grupos, incluidas las familias de quienes lucharon por la independencia de Pakistán. Los estudiantes afirmaron que el sistema es injusto y que la mayoría de los puestos deberían cubrirse en función del mérito.
Sin embargo, en las últimas semanas el movimiento creció masivamente y se centró en exigir responsabilidades por el gobierno cada vez más duro de Hasina.
Cientos de personas murieron cuando las fuerzas de seguridad reprimieron las manifestaciones, una violencia que sólo las alimentó, incluso después de que el sistema de cuotas se redujera drásticamente.
Esto demostró que su gobierno “subestimó enormemente la cantidad de enojo que había entre el público y las fuentes de ese enojo, que iban más allá de la cuestión de las cuotas de empleo”, dijo Michael Kugelman, director del Instituto del Sur de Asia en el Centro Wilson.
Quitaron un gobierno autoritario
La ira que empujó a Hasina fuera del poder tiene sus raíces en la profunda angustia económica que siente la mayoría de la gente en Bangladesh, así como en la percepción de que mientras ellos sufrían, las élites alineadas con Hasina prosperaron, dijeron los analistas.
Esto finalmente desencadenó un rechazo total de Hasina y su giro cada vez más autocrático.
Las extraordinarias escenas del lunes —cuando multitudes saquearon su residencia oficial, las oficinas de su partido y un museo dedicado a su padre mientras ella huía a la India en un helicóptero— coronaron semanas de protestas.
Lograron que los militares se disculparan
En un comunicado publicado el martes, el principal sindicato de la policía pidió “perdón” por haber disparado contra los estudiantes.
La federación afirmó que los agentes policiales habían sido forzados a “abrir fuego” contra los jóvenes y que después, fueron presentados como los “malos”. También anunció una huelga para garantizar la seguridad de los efectivos.
El jefe del ejército, el general Waker-Uz-Zaman, se reunió con los dirigentes del movimiento estudiantil. El lunes prometió reparar “todas las injusticias”, y levantar el toque de queda. También anunció la formación de un gobierno interino.
Disolvieron el Parlamento
El Presidente de Bangladés, Mohamed Shahabuddin, disolvió el martes el Parlamento de la nación, una exigencia clave de la movilización estudiantil.
“El Presidente disolvió el Parlamento”, afirmó Shiplu Zaman, un portavoz de la presidencia, citado en un comunicado.
El movimiento estudiantil, que impulsó las masivas protestas que sacuden el país desde inicios de julio, había pedido disolver el hemiciclo, al igual que el principal partido de la oposición, el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP).
Ambos reclaman ahora que se convoquen elecciones dentro de tres meses.
Consiguieron poner al mando a un Nobel de la Paz
Uno de los líderes del principal movimiento estudiantil pidió el martes que Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006, dirija el gobierno interino. Yunus prestó juramento como jefe del gobierno interino de Bangladesh el jueves.
Las tareas clave ahora son restaurar la paz en Bangladesh y preparar nuevas elecciones tras el derrocamiento de Hasina, quien huyó a la India.
El Presidente Mohammed Shahabuddin, figura principal del partido, juró a Yunus como asesor principal, equivalente a un primer ministro, en presencia de diplomáticos, miembros de la sociedad civil, empresarios de alto nivel y miembros del antiguo partido de la oposición en el palacio presidencial de Dacca. No estuvo presente ningún representante del partido de Hasina.
Los otros 16 miembros del gabinete interino provienen principalmente de la sociedad civil e incluyen a dos de los líderes de las protestas estudiantiles. Los miembros del gabinete fueron elegidos en discusiones celebradas esta semana entre líderes estudiantiles, representantes de la sociedad civil y militares.
Yunus, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2006 por su labor en el desarrollo de los mercados de microcrédito, se encontraba en París para los Juegos Olímpicos cuando fue elegido para el cargo interino. Hizo un llamamiento a la calma y al fin de la violencia partidista antes de regresar a su país el jueves por la mañana.
En sus primeros comentarios tras su llegada, Yunus dijo en una rueda de prensa que su prioridad sería restablecer el orden.
“Bangladesh es una familia. Tenemos que unirla”, dijo, rodeado de líderes estudiantiles.
“Tiene inmensas posibilidades”.