Gabriela Haghenbeck y Javier Echenique se conocieron gracias a Rocío, una amiga de Gabriela y prima de Javier, quien planeaba presentarlos en una boda, pero Javi, como le llaman sus seres queridos, se adelantó y la contactó para que se vieran antes, y así se dio el flechazo.
Tras cumplir un año de relación, Ana Mari, hermana del novio, organizó un “trash the dress” en un rancho de la familia, y, mientras Javier Echenique convencía a Gaby Haghenbeck de que se subiera a un caballo, comenzó a hacerle una serie de preguntas que terminó con la propuesta de matrimonio.
“Tenía todo planeado. Me preguntó: ‘¿quieres botana?, ¿no?. ¿Quieres tequila? (sacando una cantimplora), ¿no?’, y, cuando ya me estaba yendo, dijo: ‘bueno, ¿entonces te quieres casar conmigo?’, y cuando volteo, ya tenía el anillo. No paré de llorar”, contó Gabriela Haghenbeck, comunicóloga por la Universidad Panamericana.
Después de meses de preparativos, en los que Pau Aviña, una gran amiga de Gaby, se involucró, la pareja se dio el sí en la Iglesia Santo Domingo de Guzmán, para después celebrarlo en Hacienda San Miguel con 300 invitados.
Me daba mucho nervio no poder disfrutar la boda por estar al pendiente de todos los detalles, pero me mentalicé para que fuera el mejor día y confié al 100 por cien por ciento en todos mis proveedores".
Uno de los momentos más emotivos fue el baile de los recién casados, cuya primera pieza fue “Everybody Talks”, de Neon Trees, seguida por “Crazy Little Thing Called Love”, de Queen, que bailaron Gabriela y su padre, Javier, y “Mejor que Ayer”, de Diego Torres, canción que eligieron Javier y su madre, Pilar Martínez.
“Lo que más disfruté fue manejar un Mustang clásico y el baile, pues Javi nos sorprendió a todos, así como ver un ambiente tan lindo y divertido”, compartió la también coordinadora de banquetes para eventos.
“De él admiro que me hace reír todos los días y siempre está para su familia”.
Disfruté como nunca cada segundo del día, hasta los nervios y la lloradora… y una vez que vi a Javi en la Iglesia, pude soltar todo… ya estaba con él y lo que pasara lo íbamos a vivir juntos, y lo que más queríamos era casarnos, así que ya no había nada que nos preocupara".
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