En 1977, Norwegian Cruise Line (NCL) se convirtió en la primera naviera en ser dueña de su propia isla privada, la cual lanzó en 2019. Ubicada en Las Bahamas, Great Stirrup Cay ofrece, por un día, una experiencia cargada de lujo y tranquilidad a lo largo de 100 hectáreas.

En ella, el sol hace brillar el característico mar con colores de ensueño que suele ser exclusivo del Caribe, pero en una zona tranquila y sin el gentío de otros destinos.

Esta experiencia exclusiva ofrece, por un costo extra, acceso a Silver Cove, un espacio de retiro con vista privilegiada que será protagonista de las fotos más inesperadas.

Sus distintas villas cuentan con varias comodidades y, además, ahí están el Mandara Spa y el Moët & Chandon Bar. En cuanto a actividades, una tirolesa se extiende a lo largo del mar, hay nado con cerditos, kayak, paddle boarding, paravelismo y snorkel.

Para comer, hay cuatro espacios e igual número de bares en donde se aplica el mismo programa que a bordo. Mención especial se lleva el ceviche de su food truck Tropical Like It’s Hot.

VISIÓN SUSTENTABLE

NCL se asoció con Nova Southeastern University para establecer una iniciativa de restauración de arrecifes de coral, con el propósito de reducir los efectos de los factores estresantes naturales y antropogénicos en los arrecifes que rodean Great Stirrup Cay.

DENTRO DE LA FLOTA

Frank Medina, vicepresidente de NCL para Latinoamérica, Brasil y El Caribe, explica que la naviera con 57 años de vida quiso escalar a un nivel más alto, por lo que crearon la línea Prima que, hasta ahora, incluye el barco homónimo, y Viva, los cuales tienen espacios más grandes y abiertos.

“Cuando se decidió el diseño de la casa Prima vimos que podía ser más elegante, más premium, siempre guiados por el feedback del pasajero. Serán seis barcos, nos faltan cuatro, de aquí al 2028”, señala sobre la flota que incorporará Aqua en 2025.

“Es lo que está buscando el pasajero: queremos enfocarnos en la gastronomía, porque es una parte muy importante para las vacaciones. En entretenimiento hay un karting que atraerá familias y un teatro que se puede retractar y volverse night club”, puntualiza.

 

Los restaurantes de especialidad incluyen un steakhouse, un sushi bar, así como gastronomía italiana, francesa, mediterránea y mexicana, entre otras.

RELAX

El Mandara Spa puede disfrutarse a bordo del Viva o en la isla. En el primer caso, ofrece, además de tratamientos, una suite termal, en donde se pasa de una sauna de carbón a una experiencia única con sal.

Fotos: Cortesía de Norwegian Cruise Line

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