InSight Crime difundió el video en el que los narcos ofrecen más de medio millón de dólares para ayudar a la fallida campaña de Castro en 2013.

Mientras esperan que llegue Carlos Zelaya —diputado y secretario del Congreso— Devis Rivera (ex líder del cartel de “Los Cachiros”) menciona un soborno anterior.

“La vez pasada, Mel (Manuel Zelaya, esposo de Castro) puso gente igual que este y nunca le entregaron la plata”, dice en los primeros minutos del video.

Zelaya reconoció días atrás que se había reunido con el líder de la organización narcotraficante “Los Cachiros” en 2013 y que este le ofreció respaldar la campaña de su partido ese año, pero explicó que desconocía que las personas que acudieron a la reunión estuvieran relacionadas con el tráfico de drogas.

Tras la difusión del video, Castro sostuvo en una cadena de radio y televisión que “fuerzas oscuras” nacionales e internacionales se están organizando para darle un golpe de Estado.

La gobernante apareció acompañada del Ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, y la nueva ministra de Defensa, Rixi Moncada, y aseguró que está en marcha un “plan para destruir mi Gobierno socialista democrático”.

Una destacada activista anticorrupción pidió el miércoles a la Presidenta de Honduras renunciar a su cargo luego de que fuera difundido el video.

Las turbulencias en el Gobierno de Castro comenzaron la semana pasada luego de que la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, criticó a dos altos funcionarios hondureños que viajaron a Venezuela para reunirse con el ministro de Defensa de ese país, acusado de narcotráfico por la justicia estadounidense.

La opinión de la embajadora fue mal recibida por el gobierno de Castro, quien de inmediato ordenó poner fin al tratado de extradición que existía con Estados Unidos.

En diálogo con The Associated Press, el analista y ex candidato presidencial Olban Valladares calificó de “absurdo” el argumento de un plan de golpe de Estado y dijo que Castro “insiste en los estribillos que ya están gastados”.

Castro había despertado la esperanza cuando fue elegida la primera Mandataria del país centroamericano en 2021 con su promesa de poner fin a la corrupción y la “narco dictadura” tras la presidencia de Juan Orlando Hernández, quien fue sentenciado en junio a 45 años de cárcel por un tribunal estadounidense por cargos de narcotráfico.