Abrir las puertas del hogar por primera vez a una mascota requiere que todas las personas que integran la familia estén seguras de esta acción y se comprometan a cuidarla de por vida, destaca Alejandra Chávez, médica veterinaria clínica e internista en el Hospital Veterinario UVM.
“Siempre va a haber alguien en casa que vea más por el pequeño, pero todo debe ser una responsabilidad compartida”.
Antes de decidirse a ser los tutores de un animal de compañía, las personas interesadas deben revisar si pueden ofrecerle las condiciones adecuadas para asegurar su bienestar. Un perro de talla grande, ejemplifica Chávez, precisa de espacios amplios para moverse. Si alguien quisiera tenerlo en una vivienda pequeña, tendría que sacarlo a pasear de manera constante.
De inicio, se requiere comprar artículos básicos, como platos y bebederos. Si se le dará hogar a un gato no puede faltar el arenero. Camas, juguetes, cobijas y transportadora son otros accesorios que suelen adquirirse.
Algunos gastos serán fijos, como la alimentación y la atención veterinaria, resalta Chávez. La desparasitación y vacunación también son acciones periódicas. Los cachorros suelen requerir vacunas cada 15 días hasta completar su esquema, detalla la especialista. Otra medida a tomar en cuenta es la esterilización.
En tanto, a los animales de mayor edad es conveniente practicarles pruebas de laboratorio con el fin de identificar en qué condición de salud se encuentran y si tienen algún padecimiento que requiera atención, agrega.
Son muchas las responsabilidades adquiridas, pero también los beneficios. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el amor incondicional que brindan puede disminuir el estrés, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales.
Un can adulto rescatado podría ser el compañero ideal para personas mayores porque, a diferencia de un cachorro, es probable que sea menos enérgico, comparte Chávez. Un gato es otra alternativa que propone.
En general, las mascotas requieren jugar, socializar con las personas y con otros animales, así como salir para ejercitarse y evitar conductas no deseadas. Vale la pena enseñarles comandos básicos con miras a facilitar su manejo.
“Es importante jugar con ellas y sacarlas a pasear para mantener su actividad neurológica funcionando”, resalta Chávez.
Control integral
Otras medidas que Chávez recomienda implementar son:
- Cuidar la salud bucal de las mascotas al cepillarles los dientes con pastas especiales.
- Guardar todos sus documentos veterinarios y estudios para integrar un expediente médico.
- Mantener al día sus vacunas y desparasitaciones, incluso si no salen mucho a exteriores.
- Realizarles un check up anual a partir de los siete años con pruebas de laboratorio y, de preferencia, revisión de cardiología.
Prepárate
Tutores, no dueños
Ser dueño implica poseer un objeto inanimado, pero los animales son capaces de ver lo que ocurre a su alrededor y cómo los afecta, tomar decisiones basadas en situaciones previas y experimentar diversas emociones. Requieren ser tutelados, no son objetos de pertenencia.
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