
Celebrar fiestas, como el Grito de Independencia, con pirotecnia es común en México a pesar de ser una práctica contaminante y de alto riesgo porque implica manejar sustancias explosivas, inflamables y tóxicas, de acuerdo el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Los fuegos artificiales se basan en reacciones químicas para alcanzar cierto color, intensidad y tamaño, apunta IQAir, compañía especializada en medir la calidad del aire.
Al explotar, sus sustancias son liberadas en el aire, agua y suelo. Además, ocasionan contaminación acústica y sonora, agrega un estudio de investigadores de la Universidad Curtin publicado en “Pacific Conservation Biology”.
¿Qué contienen los fuegos artificiales?
Algunas de las sustancias que los componen, reporta IQAir, son:
- Pólvora (mezcla de azufre, carbón vegetal y salitre) para impulsar el producto al aire y, una vez ahí, explotar.
- Colorantes como estroncio y litio para conseguir el color rojo. Otros ejemplos son bario y cloro para el verde.
¿Cómo impacta al aire?

Los espectáculos de pirotecnia son explosiones de sustancias químicas en estado sólido, señala IQAir. Cuando explotan, millones de partículas de combustión y gases se liberan en el aire, donde se combinan con otros contaminantes para generar niveles altos de contaminación, escasa visibilidad y sensación de neblina, puntualiza Greenpeace México.
Generan PM2.5. Son partículas suspendidas en el aire de 2.5 micrómetros o menos de diámetro, es decir, miden menos que el grosor de un cabello humano. Según estudios realizados en Estados Unidos, las concentraciones de PM2.5 pueden ser hasta ocho veces superiores a lo normal durante las horas posteriores a los shows de fuegos artificiales.
¿Cómo impacta al agua y el suelo?

Tras detonar, las sustancias que componen a los fuegos artificiales caen tanto en el suelo como cerca o sobre cuerpos de agua. Los percloratos, que contribuyen a la explosión y luces asociadas a la pirotecnia, se disuelven en tal líquido, por lo que terminan infiltrándose en cuerpos acuosos.
Eventualmente son absorbidos por plantas, que son consumidas por anfibios, insectos, mamíferos y peces. Así llegan a las cadenas alimenticias humanas, detallan los investigadores de la Universidad Curtin. Una situación similar ocurre con metales pesados.
¿Qué otros impactos tiene?

Las luces y el ruido resultantes del estallido de fuegos artificiales son parte de la contaminación acústica y lumínica. Si bien es conocido que causan estrés a las mascotas, también perturban los ecosistemas, señalan Greenpeace México y los académicos de Curtin.
Las aves suelen salir volando de los lugares donde descansan y su éxito reproductivo a largo plazo puede verse comprometido. Otros animales, como focas, leones marinos y nutrias, también huyen (al agua, en su caso) ante la presencia de espectáculos pirotécnicos.
¿Qué se puede hacer?

Ya que las prohibiciones de la pirotecnia son impopulares, los científicos de Curtin destacan la existencia de fuegos artificiales “ecofriendly”. No usan perclorados y poseen niveles más bajos de metales pesados, pero manufacturarlos es costoso.
Como alternativa resaltan el uso de drones en espectáculos de luces porque son reusables, no generan emisiones y son silenciosos. Se debe considerar que cuando vuelan a baja altitud es más probable que entren en contacto con animales silvestres y muchos reaccionan de manera negativa a estos dispositivos aéreos.
¿Quieres saber más?
Fuentes: Cenapred, Greenpeace México, IQAir, OEHHA y “Pacific Conservation Biology”
Edición: Tonatiúh Rubín
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