Prendas inteligentes:
más que una moda
La tecnología y la era digital han impactado a casi todas las industrias… y la moda no es la excepción, atuendos que miden desde la temperatura hasta la presión arterial han llegado para quedarse. 
Texto: Fernanda Téllez

En los últimos años, la industria de la moda ha vivido una revolución con la introducción de las llamadas prendas inteligentes y aunque no se han alcanzado todas las posibilidades que promete el desarrollo tecnológico, se han tenido importantes avances que poco a poco impactan en nuestra vida diaria.

¿Qué es una prenda inteligente?

De acuerdo con el sitio lifewire.com las prendas inteligentes se pueden definir como aquellas que incorporan elementos tecnológicos para brindar diversos beneficios a las personas que las utilizan.

Estos elementos pueden ir desde el aprovechamiento de las propiedades de la fibra con las que están fabricadas las prendas, la incorporación de dispositivos electrónicos de monitoreo de la salud o que permite interactuar con distintas aplicaciones, hasta el uso de fibras e hilos inteligentes que permitirían modificar y ajustar las prendas al gusto o necesidad de quien las porta.

Sus orígenes en los deportes

Fue en el ámbito deportivo a finales del siglo pasado, en 1996, que se empezaron a buscar alternativas experimentando con diferentes fibras que ofrecieran ventajas a los deportistas sobre la clásica ropa de algodón que utilizaban.

En ese momento, Kevin Plank, fundador de Under Armour, comenzó a fabricar camisetas de poliéster, livianas y que no acumularan el sudor de los deportistas.

A partir de entonces, diversas marcas como Nike y Adidas desarrollaron tecnologías para elaborar prendas a base de microfibras que absorbieran el sudor y lo transportaran a la superficie externa de la prenda para que se evaporara más rápidamente manteniendo la piel seca. Hoy, estas marcas cuentan con diversas líneas de ropa inteligente que se adaptan a diferentes condiciones climáticas para la práctica del deporte.

El salto a los 'wearables'

Pero como todo invento siempre encuentra un punto de democratización y las ideas comenzaron a expandirse a otros ámbitos y con otros fines. Fueron de lo deportivo a la moda, de lo entretenido a lo útil, y de lo sencillo a lo ‘wearable’.

Vale la pena hacer la distinción entre estos ‘wearables’ y prendas verdaderamente inteligentes; de acuerdo con Florian Miguet, fundador de la marca de prendas inteligentes Clim8, estas últimas incluyen sensores dentro de las fibras de las prendas que no sólo rastrean y monitorean la actividad física, sino que se adaptan a las necesidades de las personas que las usan dependiendo de las condiciones climáticas, sus datos biométricos y su estado de salud en general.

Las prendas inteligentes interpretan esos datos y se comportan de acuerdo con ellos para brindar beneficios a las personas usuarias.

Para algunos la comodidad seguiría siendo el objetivo, pero para otros crear prendas con una utilidad fue lo innovador, y testigo de ese paso ha sido Gustavo Prado, experto en tendencias de moda y diseño y fundador de trendo.mx., empresa de tendencias y estudios de mercado enfocada en el análisis y reportes de tendencias de consumo.

Actualmente, explica el diseñador, el proceso busca tener en cuenta los pasos desde la conceptualización y el diseño, la selección de materiales, la integración de componentes electrónicos, el ensamblaje y las pruebas de funcionamiento.

"Del telar a la programación hay mucha distancia y ese ha sido realmente el problema. El que el textil sea información es la gran promesa de eliminar el desperdicio y usar sólo lo necesario, desde el capullo de algodón hasta la prenda terminada e inclusive después en su reventa”, explicó.

El costo que implica la creación de estas prendas ha impedido aún llegar a una producción en masa; sin embargo, Prado augura que de manera paulatina se volverán cotidianas.

“De aquí a por lo menos 20 años serán prendas de super rico, y después entrarán a consumo masivo.

"Ya desde el 2030 serán visibles en las calles y después se volverán referentes cotidianos para todos. Ese futuro será imparable, cuando realmente los vestidos, las prendas y los suéteres sean en cierta manera inteligente”, compartió.

Marcas con prendas inteligentes

Actualmente diversas marcas, sobre todo de ropa deportiva, han incursionado con éxito en el desarrollo, fabricación y comercialización de líneas de prendas inteligentes. Algunas de ellas:

Nike

Con la línea Nike Adapt, esta marca ofrece calzado deportivo que se ajusta automáticamente al pie del usuario mediante tecnología adaptativa para conseguir un ajuste perfecto y hecho a la medida del usuario.

Under Armour

Esta marca ha creado la línea de prendas inteligentes con un material llamado UA RUSH, el cual absorbe el calor generado por el cuerpo, lo convierte en energía infrarroja y lo devuelve al cuerpo durante la actividad física, mejorando el rendimiento de los usuarios.

Levis

En colaboración con Google, desarrollaron la chaqueta inteligente Jacquard, que permite controlar dispositivos conectados por medio de Bluetooth y activar un asistente de voz a través de gestos en la manga de la chaqueta.

Ralph Lauren

La marca ha desarrollado la camiseta PoloTech que, a través de las fibras del tejido, puede hacer mediciones del ritmo cardíaco, la respiración y el tiempo de recuperación, datos que pueden ser enviados a un dispositivo inteligente para procesarlos.

Lululemon

Ha introducido prendas como leggings y camisetas con la tecnología Silverescent que, a base de iones de plata, logra un efecto antiolor y de secado rápido, diseñadas para ofrecer una gran comodidad durante las sesiones de ejercicio.

Xenoma

Empresa japonesa especializada en la fabricación de prendas inteligentes para uso médico, cuenta con prendas lavables que permiten que cualquier persona pueda medir los datos biométricos desde casa y sin equipo especial.

¿Y en México?

De entre las marcas nacionales que han dado pasos en este ámbito está la firma Machina, pionera en incorporar tecnología a prendas.
 
Comenzaron analizando los productos realizados por otras compañías en el extranjero, explicó Linda Machica, fundadora de la línea.

"Nosotros empezamos en el 2011 incorporando componentes electrónicos en prendas y lo hicimos porque la moda es por temporadas, la tecnología es lo que sigue para la industria textil. Nos fuimos a vivir a Estados Unidos para desarrollar los componentes", compartió.

Posteriormente desarrolló su primer ‘wearable’ llamado Midi Controller Jacket, una chamarra que permitía a DJ’s y bailarines crear música a través de movimientos corporales.

“En 2012 lanzamos nuestra Midi Controller Jacket, una prenda que cuando la lanzamos era muy avanzada para su tiempo. Produjimos mil 500 piezas y las vendimos en 999 dólares”.

Finalmente, dieron un salto hacia las prendas inteligentes con una blusa que podía compartir la ubicación de quien la portara en tiempo real y así ser utilizada en caso de encontrarse en peligro.

“Con el sensor tu prenda tiene desde botón de pánico, donde le picas y mandas tu ubicación en tiempo real a 5 de tus contactos, ya que están conectadas a tu celular. También puedes  jugar realidad aumentada o ¡tomar una selfie!”. compartió.

Un reto más para Machina fue crear prendas cien por ciento lavables que ofrecían comodidad al usuario y no interrumpían sus hábitos.

“Decidimos crear tecnología totalmente lavable en lavadora, porque si tú obligas a las personas a quitar un sensor, a la gente se le olvida y ya son muchos pasos, interrumpe su vida normal”, explicó.

Aunque estas prendas han tenido éxito en el mercado, el avance apresurado y constante de la tecnología obliga a los creadores a tener fuertes inversiones, lo  cual se convierte en el nuevo desafío para los diseñadores, quienes deben seguirle el paso a las innovaciones.

Texto: Fernanda Téllez

Diseño: Staff

     
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