Crema inglesa
Estelar en la repostería, la crema inglesa es una elaboración dulce a base de huevo proveniente de Europa que acompaña distintos postes y pasteles, o bien, puede disfrutarse como natilla.
ORIGEN
También conocida como crema catalana y en francés como “crème anglaise” es un postre tradicional de origen europeo.
Las teorías de la cocina apuntan a que esta delicia amarilla surgió en Inglaterra, de ahí su nombre, por allá del siglo 16 cuando la Reina Isabel I ocupaba el trono.
La preparación se fue adaptando a los paladares, pero se sabe que comenzó a partir de ingredientes como la crema, azúcar y huevos.
Otra versión sobre su posible origen apunta a que este postre surgió a partir del famoso francés “crème caramel”, nacido en el siglo 17 al noroeste de Francia, en la región de Normandía.
Eso no es todo, pues Cataluña, en España, también se adjudica la autoría de esta preparación, que se dice surgió en el siglo 14, donde su crema se prepara de manera similar, aunque con algunas diferencias en la técnica de preparación, como una capa de azúcar caramelizada en su superficie.
Ingredientes
Preparación
6 PORCIONES
1 HORA
SENCILLO
- Antes de empezar, tener junto a la estufa un tazón con agua y hielo en el cual descanse otro tazón con una coladera. Servirá para detener la cocción.
- Calentar la leche o la crema en una cacerola a fuego medio con la vaina de vainilla abierta transversalmente. Si va a perfumarse con especias, como cardamomo, azafrán, canela o cáscara de naranja o café (granos enteros aportan sabor intenso, pero no color), es el momento.
- En cuanto forme pequeñas burbujas en los bordes de la cacerola, retirar del fuego y dejar reposar unos minutos.
- Batir las yemas en un tazón con el azúcar hasta que estén pálidas y ligeras. Añadir la cucharadita de fécula de maíz, que ayudará a que la salsa resista la temperatura sin cortarse. Agregar a las yemas gradualmente la leche tibia, incorporando con un batidor de globo.
- Vaciar de regreso a la cacerola, incluyendo la vaina de vainilla, y cocinar a fuego medio, moviendo constantemente con una palita de silicón o madera, teniendo cuidado de llegar a los bordes para calentar uniformemente.
- Cuando alcance los 72 ºC y antes de que llegue a los 80 ºC, o que al levantar la espátula y pasar el dedo por el centro, si queda marcado, hay que colar al tazón que descansa sobre el hielo para enfriar rápidamente.
- Es importante usar un colador no tan fino que atrape a las semillas de la vainilla, pero que sí detenga la chalaza y cualquier grumo. Importante mover la mezcla ocasionalmente para que se enfríe sin formar nata.
Para saber...
Se conserva en refrigeración hasta 5 días. El sabor a vainilla es más intenso si se reposa en refrigeración, con la vaina, un día, cubierto herméticamente porque la preparación absorbe todos los olores.
Fuentes: Serious Eats, ABC España, Larousse Cocina, NYT Cooking
Fotos: Canva
Receta: Analuisa Béjar
Información y Diseño: Sandra Acevedo
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