1.- CUIDADO EN LA CALLE

Ser atropellado por un automóvil es uno de los mayores riesgos para los niños que salen a pedir dulces. Por eso es importante que le recuerdes a tus hijos tener cuidado al cruzar las calles. Asegúrate que tus niños estén adecuadamente supervisados por un adulto.

Dale a tus hijos un tiempo de regreso a casa. Recuerda que hay más conductores ebrios cuanto más tarde se hace.

¡Buena idea! La pediatra Elizabeth Murray recomienda incorporar luces y materiales reflectivos en los disfraces.

2.- CHECA LOS DULCES

Revisa los dulces que les regalaron a tus hijos. Desecha los artículos sospechosos, sin envolver o en mal estado. Evita las golosinas caseras, a menos de que confíes en los vecinos que las prepararon y regalaron esa noche.

Haz un plan con tus hijos para racionar los dulces durante los días posteriores a Halloween.

Si tu niño o niña usa brackets u otro tipo de aparatos dental, los ortodoncistas Dimitrios Michelogiannakis y Nadia Abou Kheir recomiendan evitar dulces como palomitas, caramelos chiclosos, goma de mascar o dulces duros o ácidos.

Se debe optar por dulces suaves como chocolates (sin nueces), mazapanes, galletas, gomitas, malvaviscos, obleas y dulces cremosos.

Si tu hijo se queda con algo atascado en sus brackets, intenta limpiarlo con agua, cepillar y usar hilo dental. Si se suelta un bracket, llama a tu ortodoncista para hacer una cita.

3.- ELIGE EL DISFRAZ ADECUADO

Descarta los disfraces muy bromosos o largos, ya que pueden provocar caídas.

Recuerda que las máscaras pueden reducir la visión periférica. Evita que tu hijo use lentes de contacto “terroríficos”, ya que podrían dañar su vista.

Si tu hijo tiene una discapacidad, considera un disfraz diseñado para niños con necesidades especiales.

4.- DECORA CON SENSIBILIDAD

Halloween puede ser difícil para un niño con sensibilidades sensoriales.

Lisa Latten, especialista en educación, sugiere evitar decoraciones que puedan ser abrumadoras, como ruidos repentinos o luces intermitentes. Si es posible elige decoraciones amigables como calabazas en vez de monstruos o fantasmas.