MAESTRO DE VIDA
1941-2024

Como un hombre sabio, alegre, carismático y que siempre dejó huella en las personas, así recuerdan sus seres queridos a Alfonso Máximo Alberto Pandal Graf tras su sensible fallecimiento.

Alfonso Pandal Graf nació el 12 de diciembre de 1941, en Toluca, Estado de México, y fue hijo del matrimonio conformado por Alfonso Pandal Ordóñez y María Cristina Graf López, quienes también procrearon a Óscar, (q.e.p.d.), Cristina, Margarita, Ricardo, Gerardo, (q.e.p.d.) y Fernando.

A decir de sus allegados, su infancia la vivió siendo un excelente hijo y hermano cariñoso; su simpatía lo llevaba a ser el alma de la fiesta y hacer siempre amigos.

Alfonso Pandal Graf cursó la primaria y la secundaria en el Colegio México, la prepa en el Centro Universitario México y se graduó como contador público por la Universidad Autónoma de México.

La natación, pasear en su yate, la música clásica, el golf y la lectura eran sus hobbies y, entre sus pasiones, destacaba su amor por México, Dios, la Virgen de Guadalupe y su familia.

Su carrera empresarial la inició a los 32 años y se desempeñó como presidente de ANAFATA, durante tres años; tesorero, vicepresidente y presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), durante seis años; presidente de las empresas Triplay, de Oaxaca, Novopan, de México; y Fibracel y Triplay y Maderas de Jalisco.

Alfonso Pandal Graf fungió como presidente de la APEC, presidente del Pacific Basic Economic Council y presidente del Consejo Nacional de la Comunicación, cargos en los que estuvo por un año.

El 15 de abril de 1967 y tras nueve años de noviazgo, Alfonso Pandal Graf se casó en la CDMX con Alicia Adriana Pérez y Ortega, con quien vivió 57 años de feliz matrimonio, y tuvo a sus hijos, Alfonso, Mauricio, Gabriela, Javier.

Entre semana, “Abuelo Uhu”, como le llamaban de cariño a Alfonso Pandal Graf, era muy comprometido con su trabajo y el fin de semana lo dedicaba única y exclusivamente a su familia.

Alfonso Pandal Graf falleció el 15 de octubre en la Ciudad de México, dejando un legado de amor, valores y principios morales, así como el ejemplo de nunca darse por vencido en todo lo que se proponía, los cuales permearán en sus nietos, Antonio, Renata, Montserrat, Gonzalo, Javier, Alonso, Fátima, Pablo, Carlota, Andrés, Luciana y Sebastián, y en su yerno, José Antonio Quesada. Descanse en paz, “Tito”.
