Rodoflo Trampe

Si en algo coincidieron las personas que conocieron a Rodolfo Trampe es que siempre luchó, nunca se dio por vencido, le puso buena cara a los problemas y vivió cada día como si fuera el último, y así lo recordarán tras su sensible fallecimiento. 

Llegó a este mundo, de la mano de su cuate, Herbert, el 14 de julio de 1981 en la Ciudad de México, y fueron los hijos del matrimonio conformado por Carla Martínez Lavín y Rodolfo Trampe Taubert. También tuvo una hermana dos años más chica, Carla. 

Sus más allegados cuentan que Rodolfo Trampe tuvo una infancia difícil, pues nació con atresia biliar, una enfermedad poco común que afecta los conductos biliares, pero gracias a una primera cirugía, pudo vivir medianamente normal hasta que cumplíó 10 años, edad de su primer trasplante hepático, el cual fue en Dallas, que resultó en un retrasplante pocos meses después. 

A partir de ese momento, su desarrollo fue pleno. Terminó la primaria en el Instituto Irlandés, cursó la secundaria y prepa en el Colegio Tomás Moro y se graduó como abogado de la Universidad Iberoamericana. Sus papás siempre lo animaron a llevar una vida normal, dentro de sus limitantes, de ahí su buena actitud para enfrentar cada situación adversa y ver en todo momento hacia adelante con una sonrisa en la cara. 

Rodolfo Trampe junto a su esposa, Beatriz Hinojosa, y dos hijas, Camila, de 7 años, y Maika, de 5
A los 10 años, con sus hermanos, Herbert y Carla, quienes lo acompañaron durante los siete meses que estuvo hospitalizado tras su primer trasplante.
Los hermanos Hebert Trampe, Carla Trampe y Rodolfo Trampe juntos el verano pasado, antes de que ‘Yoyo’ partiera a Arizona para su cirugía.

Lo que nos dejó a todos es que no hay lucha que no se tenga que pelear o se pueda ganar; cualquier adversidad, él la peleaba derecho, de frente y viendo para adelante y siempre con buena cara”.

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Sigue la iniciativa de Rodolfo Trampe, #TodosporYoyo, para que obtenga su trasplante de hígado

LUCHADOR INCANSABLE

(Arriba) Miriam García, Herbert Trampe, Beatriz Hinojosa y Rodolfo Trampe. (Abajo) Diego, Camila, Maika y Carlota Trampe viajaron este año a Big Bear.

Rodolfo Trampe nunca se escudó en su enfermedad, padecimientos o sentirse mal para que los demás lo dejaran pasar o crecer. Desde los primeros semestres de su carrera comenzó a hacer prácticas en algunos despachos hasta que llegó a Von Wobeser y Sierra, en el que poco a poco fue demostrando sus capacidades, las cuales lo llevaron a ser socio. 

La gente que lo conoció lo destaca como un gran profesional, quien dejó mucho en el ámbito del derecho laboral y, por ende, un vacío muy grande en su área, porque era un apasionado de su carrera.

Su pasión era viajar, pues lo veía como una manera de disfrutar plenamente; el deporte que seguía de cerca eran las carreras de autos. 

Cabe mencionar que, en 2010, debido a la cantidad de medicamentos que tomaba, sus dos riñones dejaron de funcionar y tuvo que someterse a un tercer trasplante; esta vez, su hermano, Herbert, le donó un riñón. 

En el ámbito personal, en marzo de 2015, Rodolfo Trampe se casó con Beatriz Hinojosa, en Tepoztlán, y de su matrimonio nacieron dos hijas, Camila, de 7 años, y Maika, de 5, ellas tres eran su gran motor de vida y por quienes decidió creó la red de apoyo #TodosporYoyo con varias fundaciones, un sitio web y una cuenta de Instagram para recaudar fondos y someterse a su cuarto trasplante, una vez más, de hígado. 

Para lograr su cometido, se mudó a Phoenix, Arizona, donde fue atendido por profesionales altamente capacitados y, así, tener una nueva oportunidad, pero, a pesar de que su órgano llegó, murió en el quirófano de la Clínica Mayo por complicaciones en la operación. 

A pesar de que todos los pronósticos negativos, Rodolfo Trampe siempre mantuvo la positividad y, de esa misma manera, se fue el 10 de noviembre, dejando un legado de amor, esperanza y lucha incansable, lo que permeará en sus seres queridos, en especial, sus dos hijas. Descanse en paz.

En marzo de 2015, Rodolfo Trampe y Beatriz Hinojosa se casaron en Tepoztlán.
Rodolfo Trampe y Carla Martínez, papás de ‘Yoyo’, en el festejo de cumpleaños de Camila.
Al lado de Fernando de Noriega, quien fue su compañero en la secundaria, prepa y carrera

‘Yoyo’ fue un guerrero incansable, mensajero de esperanza, reflector de alegría, amigo fiel, mi hermano por elección; te recordaré siempre con una sonrisa en la cara y alma. ¡Muchas gracias por haber caminado junto a mí durante tantos años!”.

En 1998, durante un viaje a Ixtapa con Antonio Calderón, a quien conoció en la primaria.

A pesar de lo difícil de su situación médica durante toda su vida, era un increíble ejemplo de cómo siempre pelear hasta el último momento, mantenerse optimista y disfrutar la vida al máximo. Fue el amigo más confiable, cariñoso y trabajador que pudieras tener; sin duda, el mundo perdió una gran persona”.