Capirotada

Se trata de un postre típico mexicano, popular en estados del norte y centro del País, que comunmente se consume durante la Cuaresma. Consiste en una base de pan tostado o deshidratado cocido con piloncillo, pasas, almendras, cacahuates y en ocasiones guayaba y plátano.

Origen

Es un postre cuyos inicios datan de la época colonial. La primera capirotada de la historia podría datar del año 1477, según el libro de cocina de Roberto Nola, quien la describe como “almondrote”, una preparación de pan tostado y remojado en caldo de carnero y carne de perdiz. 

El término capirotada proviene de “capirote”, una referencia a los gorros que usan algunos sacerdotes durante la Semana Santa. 

Según un libro de Francisco Martínez Montiño, este platillo comenzó a llamarse “sopa de capirotada” en 1611 debido al caldillo en la preparación. 

Alrededor del año 1780, el postre se actualizó y popularizó, supliendo con queso la carne con la que se preparaba, además de un baño de miel creada a partir de dulces como el piloncillo. 

Se cree que el cambio de ingredientes en la receta de esta creación culinaria se debió a una crisis alimentaria durante la segunda mitad del siglo 18.

Hasta la década de los 60, el postre comenzó a tomar la forma en como actualmente se le conoce en la cocina mexicana.

Ingredientes

Un litro de agua
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475 gramos de piloncillo
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150 gramos de queso de mesa (del que no se derrite)
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10 piezas de clavos de olor
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2 jitomates guaje grandes cortados en gajos y sin semillas
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180 gramos de margarina
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420 gramos de plátano
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8 gramos de canela en raja (12 centímetros)
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3 virotes grandes cortados a 1 centímetro de grosor, y oreados un día
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150 gramos de pasitas
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Preparación

12 PORCIONES

75 MINUTOS

SENCILLO

  1. En una olla poner el agua, clavos, canela, piloncillo y jitomate. Calentar por 12 minutos o hasta que hierva el agua. Bajar la flama al 40 por ciento, tapar y cocinar por 30 minutos más, hasta obtener un jarabe. Reservar.
  2. Tostar el pan a fuego medio sobre una sartén. Untar un poco de margarina por los dos lados.
  3. En una olla de barro, colocar una capa de pan. Esparcir encima queso y presionar un poco para asegurar que se le pegue a cada rebanada. Si queda algún hueco grande, poner un pedazo de pan.
    Repartir la mitad de las pastas y el plátano rebanado en rodajas delgadas. Adherir el resto de margarina a las paredes de la olla.
  4. Repetir el procedimiento del tendido del pan, queso, pasitas y plátano.
  5. Bañar con toda la miel caliente. Decora con los jitomates que tenía la miel y los trocitos de la canela.
  6. Tapar y hervir el molde con la capirotada sobre la lumbre 20 minutos a fuego muy bajo.

Fuentes: El Poder del consumidor, Larousse Cocina, Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
Fotos: Archivo y Canva
Receta: Chef Mariana Morales

Información y Diseño: Sandra Acevedo
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