EL ANTECEDENTE
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La “Operación Padrino” fue puesta en marcha por la DEA en 1982. Su objetivo: Miguel Ángel Félix Gallardo, líder del Cártel de Guadalajara.
Fue así que la agencia antidrogas le encomendó la misión al líder de la delegación en Guadalajara, Roger Knapp, y en el grupo estaban James Kuykendall, Víctor Shaggy Wallace, Tony Ayala y “Kiki” Camarena.
“El Jefe de jefes” había encargado a Rafael Caro Quintero un centro de acopio para las cosechas de mariguana sin semilla en México. Tenía que estar cerca de la frontera, para trasladarla sin tantos problemas a Estados Unidos.
El sitio fue “El Búfalo”, un rancho cerca de Ciudad Jiménez, Chihuahua, donde crearon un complejo agroindustrial de 6 mil hectáreas; mil de ellas sembradas de mariguana.
La madrugada del 7 de noviembre de 1984, Ejército, Policía Judicial y DEA entraron a desmantelar el mayor centro de acopio de mariguana del que se tenía registro a nivel mundial: 9 mil toneladas.
Los líderes del Cártel de Guadalajara identificaron a “Kiki” Camarena como artífice del decomiso.
EL CRIMEN
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A Camarena lo interceptaron a unas cuadras de la Embajada de Estados Unidos, en Guadalajara, la tarde del 7 de febrero de 1985. La versión oficial de la investigación es que al agente de la DEA lo secuestraron subiéndolo a un Atlantic.
Lo llevaron a la casa de Lope de Vega 881, en Jardines del Bosque. Lo sacaron del carro y le vendaron los ojos.
En el domicilio fue torturado junto con el piloto Alfredo Zavala y en los hechos estuvieron implicados Félix Gallardo, Caro Quintero, así como Ernesto Fonseca, conocido como Don Neto, los principales cabecillas del Cártel de Guadalajara.
El secuestro del agente de la DEA implicó una fuerte presión por parte del Gobierno de Estados Unidos hacia las autoridades mexicanas.
No fue hasta el 5 de marzo de 1985 que aparecieron los cuerpos de Camarena y del piloto en el Rancho El Mareño, en Michoacán.
DON NETO
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El único que alcanzó a ver el alcance del crimen fue Don Neto.
“Es un error grande que traerá graves consecuencias“, le dijo a Caro Quintero, luego de ver cómo habían golpeado a Camarena y a Zavala.
Tras el crimen, Fonseca decidió irse a Puerto Vallarta con un equipo de protección, pues había comprado una casa en el Fraccionamiento Las Bugambilias.
Ahí se llevaron todo el armamento posible y varios millones de pesos, para lo que se necesitara.
En abril de 1985, uno de los “muchachos”, borracho, golpeó con sus armas a una persona. Policías antimotines lo detuvieron; se produjo un enfrentamiento y, como consecuencia de esto, pensando que los habían localizado, se entregaron e identificaron.
A Don Neto se le sentenció a 40 años de prisión, condena que estará cumplida el 7 de abril de este año.
Apenas en noviembre del año pasado, el capo pidió que su castigo se tenga por cumplido y quede libre antes de compurgar su condena. Sin embargo, el caso se remitió a un Tribunal Colegiado de Apelación.
Desde julio del 2016 le habían concedido el beneficio del confinamiento domiciliario, para pasar el resto de su castigo en el Fraccionamiento Hacienda Valle Escondido, en el Municipio de Atizapán.
En su residencia todavía se encuentra resguardado por agentes federales y vigilado por cámaras de circuito cerrado durante las 24 horas del día.
FÉLIX GALLARDO
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“El Jefe de jefes” estuvo a salto de mata unos años tras el vendaval que se vino con el caso Camarena.
Félix Gallardo dejó Guadalajara en lo que se enfriaba el problema, yéndose a vivir una temporada a Ginebra, Suiza, y después alternaba entre Monterrey y Mazatlán.
En marzo de 1987 regresó a vivir a Guadalajara y se trajo a su familia, aunque por seguridad ellos vivían en una casa y el capo en otra, y se veían los fines de semana.
El 8 de abril de 1989, Félix Gallardo había quedado de verse con Guillermo González Calderoni, quien era director de la Policía Judicial Federal, pero a quien ya conocía desde hace tiempo cuando era comandante en Guadalajara.
Se vieron en el restaurante ubicado en la Calle Cosmos, esquina con Avenida Arcos, en la Colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara, pero entonces entró un convoy de militares y policías y detuvieron al capo.
Fue hasta agosto de 2017 cuando un juez condenó en primera instancia a 37 años de cárcel a Félix Gallardo por el asesinato de Camarena y Zavala.
El capo se encuentra en Puente Grande cumpliendo su condena y no ha logrado que le den la prisión domiciliaria, pese a las enfermedades que tiene.
En el 2021, Félix Gallardo dio una entrevista en prisión y aseguró que “nunca existieron cárteles en Guadalajara”.
También desconoció haber trabajado con Caro Quintero, Don Neto y con Pablo Escobar. Mucho menos se acordaba, según él, de “Kiki” Camarena.
“Ignoro el por qué se me relaciona (con el homicidio de Camarena) porque a ese señor yo no lo conocí”, dijo.
CARO QUINTERO
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La “Operación Leyenda”, llevada a cabo por los agentes de la DEA, también alcanzó a Caro Quintero.
Él escapó a Costa Rica para evitar su arresto, pero a inicios de abril de 1985 fue localizado en la residencia “California”, en la localidad de San José. Junto con él fueron detenidos cuatro cómplices
También se encontraba Sara Cosío, sobrina del político Guillermo Cosío Vidaurri. Medios de la época señalaron que Caro Quintero estaba obsesionado con la joven y por eso la había secuestrado; otros aseguraban que tenían una relación sentimental.
El juicio en contra del capo terminó en 2009 con una sentencia firme en su contra: 40 años de prisión por narcotráfico y por el asesinato de “Kiki” Camarena.
Sin embargo, una carta firmada por una funcionaria de la Embajada de Estados Unidos le abrió la puerta.
En el documento, solicitado por la PGR para aclarar las funciones de “Kiki” Camarena, se detallaba que era agente de la DEA acreditado ante el Gobierno de México y con pasaporte oficial, pero se agregó que no tenía título diplomático o consular.
Un tribunal concluyó que la justicia federal no era competente para juzgar a Caro Quintero, pues los delitos de secuestro y homicidio son del fuero común.
El 9 de agosto de 2013, después de 28 años de encierro, el traficante abandonó el penal de Puente Grande, en Jalisco.
Años más tarde la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la resolución que le otorgó la libertad y, en cumplimiento, el 22 de enero de 2015 el Segundo Tribunal Unitario Penal de Jalisco ordenó su reaprehensión y ratificó su condena de 40 años de cárcel.
La búsqueda para capturar de nuevo al capo incluyó 12 intentos fallidos, según afirmaron a The Washington Post funcionarios y ex funcionarios de la DEA.
Finalmente, el 15 de julio de 2022, el miembro fundador del Cártel de Guadalajara fue detenido en Choix, Sinaloa, durante un operativo de fuerzas federales.
Ahora libra una nueva batalla legal, pues los abogados del capo buscan frenar la extradición.
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