Los accidentes más recientes de este tipo han ocurrido en Brasil y México, todos el año pasado, cita Lara, coordinador del proyecto La Tribu del Pulgar, que estudia el impacto de los padecimientos digitales generados por el mal uso y abuso de dispositivos electrónicos y aplicaciones digitales.
- Uno ocurrió en mayo cuando una mujer intentó tomarse una selfie al paso de la histórica locomotora The Empress 2816, en Nopala de Villagrán, en Hidalgo.
- Otro fue en diciembre: una jugadora de futbol de salón, Carol Oliveira, de 22 años, cayó de un edificio de 25 pisos, en Santa Catarina, Brasil, mientras grababa un video bajando de un helicóptero.
- Un más sucedió cuando una turista de 24 años se tomaba fotos al llegar a la zona más alta de una peña en la comunidad turística de Mineral El Chico, también en Hidalgo. Perdió el equilibrio y la vida cayendo de una altura de 50 metros.
- Hace tres meses, una conductora que venía por una carretera tomando y subiendo fotos en sus redes murió al estrellarse contra un tráiler. Ella no se habría percatado de que la pesada unidad estaba parada en su carril.
EN CIFRAS
El reporte de la fundación iO se basa sólo en los casos consignados en diarios y noticieros en seis idiomas de vacacionistas que murieron en un accidente por tomarse una selfie del 2008 al 2022.
479
vacacionistas fallecidos
24
años es el promedio de edad
52%
de los accidentes mortales fueron caídas
26%
de los accidentes mortales ocurrieron en un medio de transporte
13%
de los accidentes mortales fueron ahogamientos
¡RESISTE!
Consejos para regular el comportamiento digital:
- Resistir, en la medida de lo posible, a publicar el estatus en redes sociales. Así se podrá recuperar el entorno, el contexto y la comunidad al vacacionar. Se trata sólo de aprender a ver lo bello de nuevo, sin poner en riesgo la vida.
- Reflexionar sobre las motivaciones para tomar una selfie y publicarla en redes sociales.
- Establecer límites, particularmente en el tiempo dedicado a las redes sociales, y en la frecuencia de publicación de selfies.
Fuente: Carlos Lara, coordinador de La Tribu del Pulgar