Soñar en grande
En Silicon Valley, la innovación es la moneda de cambio. No obstante, a veces las grandes ideas tardan en ser reconocidas. Así lo vivió Alexandra Zatarain, cofundadora y vicepresidenta de marca y marketing de Eight Sleep, startup que quiere revolucionar la industria del sueño.
El Pod 4 Ultra, producto tope de gama de Eight Sleep, es un sistema compuesto por una base retráctil; una cubierta para el colchón; y el hub, un gadget que se vincula con la app homónima, que funciona con agua para regular la temperatura del usuario, y a su vez habilitar el funcionamiento de Autopilot, software de Inteligencia Artificial (IA).
La promesa es, mediante sensores, garantizar un sueño reparador al ajustar la temperatura entre 13 °C y 43 °C en tiempo real según la necesidad de la persona; así como la mitigación de ronquidos y mejorar la respiración al modificar la elevación del colchón.
Sin embargo, convencer a inversionistas de que un producto para el descanso merecía atención no fue fácil. Si a eso se suma el hecho de ser mujer y latina en un sector dominado por hombres, los desafíos fueron mayores.

Lejos de intimidarse, Zatarain halló en estas barreras el impulso para demostrar que el sueño es más que una necesidad biológica, si no un factor clave para el rendimiento humano y, por lo tanto, un negocio con potencial.
La emprendedora se centró en los datos. Mostró a los inversionistas, escépticos de la innovación en la industria, el impacto de la temperatura, el ritmo cardíaco y la respiración en la calidad del sueño.
“Las redes de mujeres en la industria no son tan extensas como las de los hombres. La clave es seguir construyendo comunidades y redes de apoyo entre emprendedoras”, aseveró la vocera en entrevista.
La mexicana tradujo estudios científicos sobre la importancia del descanso en un discurso atractivo, poderoso. Inversionistas de peso, como Vinod Khosla, Keith Rabois, Y Combinator y SoftBank, voltearon a ver a la compañía.

Con el tiempo, los consumidores se interesaron y vieron el sueño como una herramienta de optimización, al igual que el fitness y la nutrición. Hoy, Eight Sleep ha logrado posicionarse en el mercado como un referente del “sueño inteligente”.
Aunque entendió que el mundo de las startups es un entorno competitivo donde todos deben demostrar su valor, Zatarain reconoce que las mujeres enfrentan un nivel adicional de escepticismo.
Su consejo para las mujeres que quieren incursionar en tecnología es claro:
“El talento y la capacidad no tienen género. Rodéense de una comunidad fuerte, busquen mentores y no tengan miedo a tomar riesgos”, aseveró.
Diseña el futuro
En el marco del evento anual 3DExperience World 2025, organizado por Dassault Systèmes en Houston, Texas, conversamos con Chin Loo Lama, directora de experiencia de usuario (UX) en SolidWorks, sobre la evolución de la representación femenina en la industria tecnológica, los desafíos que persisten y sus recomendaciones para las mujeres del sector.
“Cuando inicié en la escuela, la ingeniería mecánica tenía una distribución de género muy desigual. En mis clases universitarias, solo había una o dos mujeres entre 20 y 100 estudiantes. Fue una experiencia solitaria en términos de género, aunque siempre conté con amigos que me apoyaron”, explicó Loo durante el evento celebrado en febrero pasado.
Señaló que, durante sus primeros años en la industria, contar con una figura femenina en un puesto de liderazgo fue clave para fortalecer su confianza. Con el tiempo, ha visto un incremento en la presencia de mujeres en el sector, especialmente a través de iniciativas como MassRobotics, uno de los centros de robótica más relevantes de Estados Unidos.
Actualmente, su equipo de UX en investigación y desarrollo está conformado en su mayoría por mujeres, lo que ha permitido enfoques más inclusivos. Como ejemplo, destacó proyectos centrados en accesibilidad, incluyendo el diseño para personas con daltonismo y discapacidad visual.

“Llevo 18 años en SolidWorks y he construido una reputación. Pero cuando era más joven, enfrenté dificultades. A menudo, las mujeres en tecnología son subestimadas; se asume que no entendemos ciertos temas o que nuestras ideas no son correctas, algo que no ocurre con la misma frecuencia con los hombres”, enfatizó.
Para afrontar estos retos, Chin Loo ha desarrollado estrategias de comunicación. Una técnica que enseña a otras mujeres es usar una sonrisa, lo que ayuda a que la otra persona no active una actitud defensiva y escuche antes de rechazar una idea.
En cuanto a la búsqueda de empleo, destacó que las entrevistas son un proceso de doble vía, pues no solo se trata de ser evaluada, sino también de analizar si la empresa es el lugar adecuado para trabajar.
En este sentido, recomienda preguntar sobre las políticas de la compañía en cuanto a escuchar a sus empleados y el apoyo a las mujeres durante el embarazo.

Advirtió que la IA avanza rápidamente y que, si no hay diversidad en los datos con los que se entrena, los resultados pueden ser perjudiciales. Un ejemplo de esto son los sesgos en los sistemas de detección de piel, que podrían identificar únicamente tonos claros debido a la falta de diversidad en el conjunto de datos del entrenamiento.
“El mundo es caótico en este momento, pero las mujeres siempre han enfrentado adversidades y han perseverado. Nuestro poder está en la comunidad y la camaradería. No enfrentes los desafíos sola. Construye tu red de apoyo con colegas y mentoras. Encuentra a quienes te valoren y mantenlos cerca”, concluyó.
Brecha centenaria
Desde Mendel, empresa mexicana de tecnología financiera para compañías, Helena Polyblank, cofundadora y directora de producto, y Ana María Ponce de León, gerenta regional y jefa de las áreas de legal, finanzas y riesgos, coincidieron en que México podría tardar hasta 100 años en alcanzar la paridad de género en altos cargos empresariales si se mantiene la tendencia actual.
Esta afirmación se basa en el estudio Women Matter México 2022, realizado por la consultora McKinsey & Company, que revela datos de peso, como la baja representatividad laboral femenina, una brecha que se acentúa conforme los puestos requieren mayor responsabilidad en la toma de decisiones, especialmente en vicepresidencias, alta dirección (nivel C) y direcciones generales.
“Hoy, la mayoría de nuestros empleados en México son mujeres. Tenemos un 73 por ciento de participación femenina, y creo que esto está estrechamente relacionado con los modelos, las referencias y el acompañamiento desde el ejemplo”, expresó Helena Polyblank.

Por su parte, Ana María Ponce de León destacó la importancia de que las organizaciones cuenten con datos para la toma de decisiones, ya que, según sus palabras, lo que no se mide, no se puede conocer.
Recordó que Mendel fue pieza clave para la elaboración del libro “Participación de las mujeres en los Consejos de Administración” (Ediciones Universidad de Navarra), cuyo propósito es visibilizar los desafíos que enfrentan las mujeres para lograr una inclusión plena.
“Todo el tiempo pienso en cómo podemos motivar a más mujeres a estudiar carreras relacionadas con tecnología. Estamos muy rezagadas, sé que hay esfuerzos, pero debemos intensificarlos. Podemos empezar con las nuevas generaciones, mostrando desde la infancia por qué ser ingenieras es importante y qué impacto pueden generar”, añadió.
En un contexto político adverso en Estados Unidos donde se han eliminado políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI, por sus siglas en inglés), Polyblank defendió la empatía y la diversidad como pilares de cambio para garantizar el éxito empresarial. Aseguró que contar con una visión más amplia dentro de los equipos permite diseñar productos con mayor potencial de adopción en el mercado.

“Las empresas que han implementado políticas DEI en los últimos años han visto resultados positivos. Creo que seguirán aplicando las estrategias que les han sido útiles y que han demostrado beneficios al contar con equipos diversos”, complementó Ponce de León.
Hacia el final de la conversación, la cofundadora instó a las mujeres interesadas en el ámbito tecnológico a tomar riesgos, pues considera que es la única manera de generar cambios. Esta visión, que aplica en todos los aspectos de su vida, más allá del ámbito laboral, la ha llevado a desarrollar un espíritu de exploración y aprendizaje continuo.
En tanto, la gerenta regional subrayó que la tecnología es un sector fascinante, con un enorme potencial para las mujeres en innovar y crecer. Afirmó que nos encontramos en un punto de transformación en el que las empresas y la sociedad presenciarán una revolución en todos los servicios.
Poder de los datos
Worky, plataforma que digitaliza las operaciones de recursos humanos, aprovecha las temporalidades del 8M en México para generar un pensamiento crítico entre sus clientes a través del acercamiento de datos accionables. Se trata de un reporte de paridad y equidad con el que pueden generar estrategias de cambio.
Maya Dadoo, directora general y fundadora de Worky, explicó que el reporte incluye información sobre las compensaciones monetarias que reciben hombres y mujeres; al momento que los responsables de las áreas de RH, finanzas o dirección ven estos datos tan dispares, beneficiando más a hombres, se escandalizan al grado de iniciar nivelaciones en pos de la equidad.
La reflexión surge en una conversación sobre la empresa que creó después de una estancia en la Universidad de Stanford, donde realizó una maestría en Administración de Empresas y posteriormente trabajar con eBay. La velocidad y tecnología, componentes clave de cada experiencia, moldearon su espíritu emprendedor.

Aunque reconoció privilegios en su camino, ello no la eximió de enfrentar obstáculos. Destacó la escasa presencia de mujeres en el liderazgo de empresas tecnológicas en etapas avanzadas de financiamiento. Como ejemplo, mencionó que una firma de inversión, de la que forma parte, reúne anualmente a 100 socios, de los cuales solo hay cuatro mujeres.
“Es ahí cuando empiezo a sentirme más aislada. Lo observo constantemente en los fondos de inversión, como en la Serie B, donde no hay ninguna mujer mexicana que haya conseguido levantar ese tipo de capital. En Latinoamérica, apenas tres o cuatro han logrado hacerlo”, afirmó.
Tras el autoanálisis, la vocera añadió que las brechas salariales en las organizaciones de México son más pronunciadas en los puestos de dirección, lo que frena el avance en sus carreras, sumado al componente de que las mujeres tienen miedo en pedir más, en arriesgarse y en desconocer los mecanismos en esos niveles, por ello, resaltó la importancia de las redes de apoyo.

Para construir un futuro más equitativo, consideró que además de contar con el apoyo empresarial y de sus homólogas, el gobierno y el legislativo deben apoyar a la causa con una agenda que propicie el desarrollo profesional de ellas; por ejemplo los programas de horarios extendidos de escuelas o guarderías les sería de ayuda para las madres.
Otra de las propuestas que compartió es impulsar desde los medios masivos a figuras que inspiren a más mujeres a imaginar nuevas posibilidades; tomó el caso de Dana Scully, personaje principal de la serie Los Expedientes Secretos X, que según un estudio del Instituto Geena Davis, publicado en 2018, más de la mitad de mujeres encuestadas encontraron la importancia de carreras en STEM tras ver el show.
“Toma la decisión de adentrarte en el mundo de la tecnología, no esperes. Es la industria del futuro. No necesariamente tienes que ser desarrolladora de software; todas las áreas, como mercadotecnia, ventas, operaciones y finanzas, requieren de conocimientos tecnológicos”, finalizó.
Una mesa, 18 hombres
Alicia Trejo, abogada de profesión, ingresó al mundo de la tecnología a través del sector público, cuando buscaba un ascenso para participar en el desarrollo de la firma electrónica avanzada en la Secretaría de Economía. Tras obtener un puesto estratégico, se convirtió en la única mujer dentro de un equipo de 18 hombres que trabajaban en el proyecto.
“Al principio me resultó complejo, porque era un lenguaje muy técnico. Hubo un momento en el que pensé: tal vez debería regresar a temas estrictamente normativos y no relacionados con tecnología”, compartió al recordar el desafío de desempeñarse en un entorno predominantemente masculino.
Esa experiencia la llevó a unirse a IQSEC, empresa mexicana de ciberseguridad con más de 15 años de trayectoria, donde actualmente se desempeña como gerente de ciberlegal. En esta área, diseña e implementa estrategias de negocio que integran aspectos legales y tecnológicos.
Una de sus principales preocupaciones es la disparidad entre la velocidad con la que avanza la tecnología y el rezago en el cierre de brechas de género dentro del sector. Aunque ha identificado casos de referentes femeninos en ciberseguridad, la presencia de mujeres sigue siendo significativamente menor en comparación con los hombres.

“La falta de equidad también influye en el desarrollo de soluciones de ciberseguridad, ya que muchas veces carecen de una perspectiva de género. Esto implica que ciertos problemas, que podrían ser más evidentes para las mujeres, queden fuera del radar”, advirtió.
Al abordar los riesgos que afectan de manera desproporcionada a las mujeres conforme sus datos se vuelven más vulnerables, Trejo enfatizó la importancia de inculcar en la infancia el respeto a la privacidad y la integridad de las personas. También recomendó establecer controles parentales para prevenir casos de extorsión, como el que vivió Olimpia Coral Melo y que dio origen a la Ley Olimpia.
Desde su perspectiva, es fundamental fomentar desde edades tempranas el interés de las niñas en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Posteriormente, es necesario generar mecanismos que les brinden confianza, incluso en entornos donde los hombres las superen en número.

Una vez dentro del ámbito laboral, Trejo propone que las empresas impulsen equipos multidisciplinarios en los que mujeres de distintos perfiles aporten a la creación de soluciones. Asimismo, considera crucial garantizar redes de apoyo que permitan a las trabajadoras vivir su maternidad sin culpa ni temor a perder su empleo.
En este sentido, IQSEC forma parte de organizaciones de la sociedad civil como WOMCY, integrada por mujeres del sector que buscan reducir la brecha de conocimiento y ampliar las oportunidades laborales para otras profesionales. También es miembro de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI), donde Trejo participa en discusiones sobre género y el fortalecimiento de redes de apoyo.
“Existe un déficit de especialistas en ciberseguridad, lo que significa que hay oportunidades de empleo, crecimiento y liderazgo. No estarán solas, porque estamos aquí para respaldarnos unas a otras”, indicó.
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