Durante años, OREO ha acompañado a generaciones de mexicanos en desayunos, meriendas, celebraciones y ratos de ocio, convirtiéndose en un pequeño pero entrañable fragmento de la vida cotidiana. Hoy, la marca dice “Adiós, México”, despidiéndose de todos aquellos que alguna vez le hicieron un espacio en su mesa y en su corazón.
Emotiva despedida
En redes sociales, OREO publicó un corto mensaje de gratitud: “Querido México: Nos parte decirte que hoy, tu OREO de siempre se despide y solo te queremos decir gracias. Gracias por cada mordida, por cada chopeo y cada momento de diversión. Nos llevamos el amor de siempre en el corazón”.
Desde su llegada al país, OREO no solo ha brindado un delicioso sabor con sus dos galletas y centro cremoso, también ha regalado momentos imborrables. Cada mordida representa una pausa en medio de días agitados; cada chopeo es una invitación a reconectar con lo simple, con lo genuino, con esos instantes que se disfrutan sin prisas.
La marca construyó, mordida a mordida, una historia tejida con sonrisas de niños, sobremesas en familia, meriendas improvisadas entre amigos e incontables sorpresas.
La primera galleta OREO se produjo en 1912, en el Chelsea Market de Manhattan. En 1994, estas icónicas galletas llegaron en suelo mexicano, generando una auténtica revolución de sabor y pasión.
A lo largo de los años, OREO se convirtió en un emblema de cercanía y alegría. Supo ser parte de los desayunos antes de ir a la escuela, del refrigerio en la oficina, de las reuniones casuales de fin de semana. Cada empaque abierto era un recordatorio de que el verdadero placer está en las cosas sencillas: en compartir, en reír, en disfrutar del momento presente.
Tres décadas de unir personas
Al despedirse, OREO agradeció cada mordida impaciente de los pequeños, cada gesto cómplice de los adultos que escondían un paquete para después, cada ocasión en que una galleta se convirtió en el mejor acompañante de una plática, un viaje o una tarde de lluvia.
La marca agradeció también el cariño y la preferencia de millones de mexicanos, que la hicieron parte de sus historias personales y contribuyeron a que se consolidara como la galleta-sándwich con relleno cremoso más vendida en el mundo.
Esta despedida no es un adiós triste, es una celebración de todo lo vivido en cada hogar donde OREO encontró su lugar. Por ello en su adiós, la marca honrar los recuerdos construidos y agradece la oportunidad de haber sido testigo de tantos momentos felices, una forma de decir: gracias por permitirme ser parte de su vida.
Delicioso ritual
Oreo.- Son galletas-sándwich de chocolate con relleno cremoso de distintos sabores.
La fama de OREO es tal que se le conoce como “la galleta favorita de la leche”.
Y tiene una razón bien fundamentada en un delicioso ritual que hacen millones de personas en el mundo:
¡Girar las dos galletas para separarlas, comer el relleno, sumergir cada galleta en un vaso con leche y saborear!
“Gracias, México, por cada mordida, por cada chopeo, por cada sonrisa.”