OAXACA.- A veces, los encuentros más importantes no se planean y así pasó en la vida de Mariana Pérez y Santiago Schietekat, quienes se conocieron en una fiesta, entre amigos y sin grandes expectativas; esa noche, una conversación llevó a otra y, sin darse cuenta, comenzaron una historia que unió sus caminos para siempre.

Lo que más amo de Santiago es su autenticidad; no le da vueltas a nada, es transparente, generoso
y me hace reír hasta cuando no quiero. Con él, todo es más fácil”.MARIANA PÉREZ, novia
Mariana tiene un corazón gigante, es generosa y sensible; me encanta cómo se entrega a todo lo que hace y me baja a Tierra cuando empiezo con mis locuras”.
SANTIAGO SCHIETEKAT, novio
Luego de formalizar su relación el 27 de noviembre de 2021 y casi tres años de noviazgo, Santiago Schietekat le propuso matrimonio en medio del bosque, en Valle de Bravo, con un “sí, acepto”, que dio pie a la preparación, ilusión y construcción de su gran día.

Para su enlace, eligieron la capital oaxaqueña, pues deseaban un spot que tuviera un toque histórico, mezclado con naturaleza y vibra única para compartir con sus seres queridos, por lo que, durante un fin de semana completo, la pareja arrancó sus festejos: primero con una fiesta “rompehielos”, en el Centro de la ciudad.
“Queríamos que nuestra boda fuera una celebración con alma, sabor y raíces; este estado nos ofrecía todo eso y más”, dijo Santiago Schietekat.

Al día siguiente, se llevó a cabo la ceremonia religiosa, en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen Alto, donde sus sobrinos tomaron el rol de pajes mientras, con emoción y felicidad, Mariana Pérez caminó al altar junto a su papá, Donato.

“Fue un instante que no pensé que me pegaría tanto, pero, desde que lo tomé del brazo, empecé a ponerme nerviosa; ver a todos y, principalmente, a Santi esperándome, me hizo un nudo en la garganta. Fue sumamente especial”, recordó la novia.

Después de la misa, los aproximadamente 300 invitados se dirigieron hacia el Jardín Etnobotánico, donde se realizó la recepción que, rodeada de cactus y vegetación endémica, lució como el escenario perfecto para celebrar el enlace de los anfitriones.

“Amé cuando entramos al venue ya como esposos; ver la cara de los asistentes, el espacio terminado, mood, música y cada detalle fue como un sueño, sentí una energía brutal”, comentó Santiago Schietekat.

Hubo varios momentos especiales para los recién casados, entre estos, su primer baile al ritmo de “I’m Alive”, de Céline Dion, canción que, aseguran, los representa gracias al impulso que los hace crecer juntos.

“Fue de lo más singular, sentía que estábamos solos”, añadió el licenciado en Comunicación, “por fin, después de tantos meses de planeación y vueltas, estábamos ahí, bailando y fue como un ¡lo logramos!. Estaba muy feliz”.

Tras la celebración, Mariana Pérez y Santiago Schietekat partieron hacia su luna de miel por Asia, una aventura con la que festejarán su amor y será el inicio de una nueva etapa, ahora que son marido y mujer.

DETALLES ESPECIALES




LA MEJOR NOCHE
+ En medio de la fiesta, Santiago fue sorprendido por sus amigos, quienes, sin dudarlo ni un segundo, lo lanzaron por los aires para celebrar su unión.



+ El lanzamiento del ramo fue uno de los instantes más esperados entre las invitadas, quienes, al ritmo de 'Gimme!, Gimme!, Gimme!', de Abba, esperaron atraparlo



+ La afortunada de la noche fue Marene, prima de la novia, quien compartió el momento con su novio.





