
Con una atmósfera cálida y detalles pensados al milímetro, el nuevo proyecto del interiorista Miguel González abrió sus puertas con un open house al que asistieron amigos y colegas.

El spot, un hotel boutique ubicado en la Ciudad de México, propone un homenaje a la cultura mexicana con un estilo minimalista, tonos neutros, materiales naturales como la madera y el bejuco, y un entorno que invita a relajarse y disfrutar.

“Desde el principio, el creador del espacio y yo nos entendimos de una manera increíble. Con una sola imagen que me mostró supe qué vibra buscaba y pusimos en marcha todo. Me dieron bastante libertad creativa y la forma en la que trabajamos fue bastante orgánica”, explicó el interiorista.

Para aquellos cercanos a Miguel, la velada fue el cierre perfecto de un proceso que no solo involucró diseño, sino emociones, vínculos y paciencia. Ver el resultado final, luego de tantos meses de trabajo, se sintió como una celebración compartida.

“Soy amiga de Miguel y desde el comienzo me platicó acerca de este hospedaje y vi cómo avanzaba todo. Él es un gran profesional y se nota que cada detalle está superbién planeado”, comentó Andrea Sahagún, event planner.
“En cuanto entré sentí una paz enorme. La paleta de colores y texturas me parece ideal para el mood que presentan”.

Ese ambiente, sereno pero estimulante, sirvió también como escenario para reflexionar sobre el arte que habita en sus paredes. Algunos invitados destacaron la presencia de propuestas nacionales que se alejan de lo tradicional y apuestan por una visión más actualizada.

“Me encanta que cualquiera que entre aquí puede familiarizarse con otro tipo de estética a la que normalmente se conoce en el País, como el típico de Frida Kahlo o Diego Rivera. Tenemos mucha diversidad en artesanías y obras contemporáneas que vale mucho la pena conocer”, reflexionó Regina Rébora.

Esta mirada distinta fue posible gracias a la colaboración con galería 6×4, que se encargó de seleccionar los cuadros que armonizaran con la esencia del proyecto. La curaduría, lejos de ser un mero complemento, se integró como una extensión del interiorismo.

“Los emprendedores nos contaron el concepto y nos encantó. Unimos esfuerzos para escoger qué artistas vibraban en la misma onda y encontramos a varios que se fusionaron a la perfección. Ver las piezas en un lugar real, que será habitado, es genial”, señaló Alejandro Soto, codirector de la galería.

Información: Ana Paula Pineda. Fotos: Humberto Pérez.