CARLOS GIRÓN

“Ma, eres un gran ejemplo de vida para mí, sobre todo, por tu tenacidad, esfuerzo, integridad y amor incondicional.
Este día, así como el resto de los días de todo el año, celebro tu vida para enaltecer a esa gran amiga que siempre está conmigo en las buenas y en la malas, que nunca me abandona, que me guía constantemente y me hace ver las cosas con objetividad cuando estoy mal o me siento perdido.
Ahora, te disfruto y admiro más que nunca; no todo es perfecto, pero sí has sido la madre que siempre necesité. Me enseñaste a luchar por mis sueños con honestidad, disciplina y constancia, a ganarme las cosas sin que nadie me regale nada para ser un hombre íntegro y una persona de bien que le extiende su mano al prójimo.
Gracias por enseñarme a sentirme mejor ayudando a los demás y buscando el bien común, por ser la mamá que siempre quise tener y mi cómplice de vida. ¡Te amo hoy y siempre! Feliz Día de las Madres!”.
VALERIE ABE CAMIL

“Ma, buscando una imagen para hacer esta carta, abrí la caja donde guardo mis fotos de chiquita y encontré mil recuerdos de momentos felices contigo. En cada imagen sentí tu amor y protección. Me acordé de tantos momentos, divertidos y profundos, ligeros y trascendentales de mi niñez.
Viendo estas fotos, me di cuenta que, desde que nací, me tomaste en tus brazos y no me has soltado nunca. Gracias por acompañarme en mi vida y en cada una de mis decisiones con tu amor y apoyo incondicional. Con tu ejemplo, me enseñaste a encontrar la verdadera felicidad en la simplicidad de la vida: la que no se encuentra en lo superficial, sino en estar juntos como familia, en abrazar a mis hijos y llenarlos de amor como tú me llenaste a mi de niña.
Gracias también por enseñarme el valor de la amistad, eres una amiga extraordinaria y me enseñas a ser una amiga de calidad con los míos. Pienso en tantas cosas que compartimos, como el amor por las artes visuales, tú con tu pintura y yo con mi fotografía; somos perfeccionistas y nos gusta hacer las cosas bien. Tener una mente abierta y cuestionarnos las cosas siempre nos ha unido.
Eres una mujer realmente inclusiva, sin prejuicios y lo has sido desde siempre, admiro tanto esto de ti. Tienes un corazón generoso que nunca te ha hecho indiferente a las adversidades o al sufrimiento de otra persona. Siempre que puedes hacer algo para ayudar a una persona lo haces y, así, con tu ejemplo, nos transmites la generosidad como valor esencial.
Qué afortunada soy de ser tu hija y de que mis hijos te tengan como abuela, al igual que todos tus nietos para quienes eres lo mas especial de su mundo. Gracias por nunca soltarme de tus brazos”.
CLAUDIA LIZALDI

“Mamá, amada y preciosa: Hoy quiero tomarme un momento para decirte, con todo mi corazón, lo importante que has sido y sigues siendo en mi vida.
Si hoy soy la mujer que soy, es gracias a ti, a tu ejemplo, fuerza y amor incondicional. Te admiro profundamente; has sido mi inspiración para creer que todo es posible, incluso, cuando el camino parece difícil.
Me enseñaste que el perdón es una de las herramientas más poderosas que tenemos para crecer, sanar y seguir adelante con el corazón abierto.
Me mostraste que el amor no se impone, se da y que amarse a uno mismo es una forma de automaternarse y cuidarse como tú siempre nos has cuidado a nosotros.
Gracias por enseñarme a reír, jugar y creer, por mostrarme con tu ejemplo que la vida, a pesar de sus golpes, siempre vale la pena. Aspiro cada día a ser para mis hijos la mamá que tú has sido para mí, una madre presente, fuerte, valiente, amorosa y llena de una resiliencia que no es de este mundo. Has sido una mamá extraordinaria para Ivonne, para Luis, y para mí, y eso no es algo que se dice a la ligera.
Lo llevamos en el alma, en cada paso que damos, en cada decisión en la que tu voz resuena dentro de nosotros. No puedo estar más agradecida con Dios por haberte escogido como mi mamá.
Es el regalo más grande que la vida me ha dado. Te amo profundamente y te llevo siempre en mi corazón”.
HUMBERTO CAVAZOS

“Mamá, gracias por enseñarme a confiar en mí y por ayudarme a entender que la sensibilidad no es una debilidad, sino una forma poderosa de estar en el mundo.
Tu cariño no solo fue incondicional, sino también una fuente de alegría: estar contigo siempre ha sido gozar, reír, aprender. Es imposible explicarme sin ti, la que me sostuvo en los días buenos y en los no tanto.
Tu amor fue hogar y empuje, siempre para adelante; hasta a tener huevos aprendí de ti, así de absoluta, y lo sigues siendo.
Aunque hoy tengo la fortuna de compartir mi vida con otras mujeres a quienes también adoro, como mi esposa; mi mamá, Adriana, y mi hija, tú fuiste la primera que amé”.
TANYA MOSS

“Eres la primera en la lista de mis favoritos en el celular y tu escritorio sigue intacto y puesto como si fueras a llegar a la oficina todavía. Te extraño mucho, pero lo que más pienso es lo afortunada que fui de tener una mamá como tú, con una base tan fuerte en la vida que me dio todo el piso para vivir como hoy, con valores firmes y con la claridad de estar en el aquí y el ahora, enfocada en lo que importa.
Tengo mucho que agradecer; todo ha caminado como si hubieras dejado una lista de cómo tenía que ser la vida: ser una familia cercana, disfrutar cada momento de los tiempos que pasamos juntos, ver a tu nieta adorada ya casada y con todos sus logros increíbles haciéndose realidad.
Mis hermanas, más cerca que nunca para entender que aunque no estás acá, tu esencia vive en nosotras, todos los nietos encontrando su camino y las familias con estos lazos más fuertes para honrar tu vida y cada minuto que compartimos contigo.
El mejor consejo siempre venía de tu boca, con una visión de cuestionarse todos los ángulos; ésta es la formula que visito cada vez que tengo una pregunta interna. Cada logro en mi vida, tú y papá eran los primeros en celebrarlo y, aunque no estén físicamente, sé que en cada cosa los pienso a ustedes para sentir ese placer enorme del éxito y del sabor de cuando era joven.
La vida sigue y va pasando cada etapa, pero nunca te dejaré de festejar y pensar en cada colección que hago; en el éxito y dificultad siempre vas a estar presente.
¡Feliz Día de las Madres, hoy y siempre!”.
PAU FELTRÍN

“Mamichi, en este Día de las Madres te agradezco por ser mi lugar seguro; tu amor, fuerza y ternura han sido mi refugio en cada desafío.
Eres mi porrista número uno y mi guía constante. Me enseñas a dar con el corazón a manos llenas, a mantenerme con alma de niña y a nunca rendirme.
Gracias por cada abrazo, consejo y sacrificio invisible. Eres mi ejemplo, mi raíz y mi mayor bendición”.
VANESSA BRAVO

“¡Feliz día, mamá. Te amo con todo mi corazón! Quiero que sepas que no sólo hoy, sino, cada día, me siento profundamente agradecida de tener a la mejor mamá del mundo.
Desde que nací, te has entregado por completo a cuidarme, apoyarme, darme fuerza, verme crecer y ayudarme a convertirme en la mujer que soy hoy.
Es curioso cómo, al ir creciendo, empiezas a ver a tus papás como las personas increíbles que realmente son. Y, en mi caso, me he dado cuenta de que tú eres la mujer más hermosa, inteligente, admirable y con el corazón más grande que existe.
Amo escuchar todas tus historias, no sabes cómo me inspiras, eres mi modelo a seguir más grande ¡Literalmente, quiero ser como tú!
Gracias por ser siempre mi mejor amiga y confidente. Amo hablar contigo 10 veces al día, porque, aunque estemos lejos, siempre te siento cerquita de mí.
Te admiro con el alma y sé que aún nos quedan muchísimas aventuras juntas. ¡Te adoro con todo mi ser!”.
NUNZIA ROJO DE LA VEGA

“Mamá, ¿por dónde empiezo?
Gracias por tanto, por ser mi refugio, ejemplo y fuerza, por enseñarme con tu vida-más que con tus palabras- que el amor verdadero es incondicional, valiente y constante.
Gracias por enseñarme a levantarme, a reír cuando todo parece gris, a ver la magia en lo cotidiano, por estar siempre, incluso, cuando nadie más estaba.
Por hacer de lo simple algo extraordinario, por cada abrazo que lo curó todo, por cada consejo disfrazado de historia y todas esas veces que creí que no podía y tú me miraste como si ya lo hubiera logrado.
Eres esa luz que calma, guía y transforma cualquier espacio con tu presencia; tu amor ha sido el suelo firme bajo mis pies, la fuerza invisible que me ha sostenido en los días más difíciles.
Hoy, en el Día de las Madres, quiero honrarte, celebrarte y agradecerte. Deseo que la vida te abrace como tú me has abrazado siempre a mí. Que cada gesto de amor que sembraste, vuelva multiplicado en alegría, paz, y bendiciones inesperadas. Que cada día esté lleno de momentos mágicos, risas infinitas y sueños cumplidos; que nunca te falte lo más importante: el amor que das, regresando a ti, sin medida.
Gracias por todo lo que has hecho, lo que sigues siendo y, sobre todo, por ser mi mamá. Te amo con todo mi corazón. ¡Feliz Día de las Madres!”.